Páginas

5 de febrero de 2008

Rascacielos

por Diego Sotocornolla
publicado a instancias (involuntarias) de María Hegouaburu

Alguien me enteró que esta ciudad es terreno fértil para la próxima generación de edificios inteligentes… que regulan o generan su propia fuente de energía, aprovechan espacio, distribuyen de forma programada la densidad de la población, etc. etc...

¿Cómo expresar la melancolía que me provocan los rascacielos sin que parezca que me caen mal?

Está bárbaro que la ciudad crezca, y que creza para arriba, que ahorre energía, que aglutine 3000 personas donde antes metían 600. Claro que es inteligente.

Pero los rascacielos son todos iguales, cuando uno mira un edificio torre de Kuala Lumpur, de Qatar o de Nueva Zelanda, los tres son iguales. Son a la vez sensacionales y corroen la identidad de una ciudad.

Son como los shopping centers, que en Buenos Aires, San Pablo o Londres se ven iguales, venden los mismos productos y el patio de comidas tiene el mismo olor.

Un edificio torre argentino debiera tener piso de baldosa acanalada para que los pibes jueguen a los autitos y las señoras salgan a baldear. Los ascensores debieran ser con boleto, para poder darse el gustito de viajar colado. En algún piso debiera estar la escuela y en el departamento de al lado un kiosko para salir corriendo a comprar golosinas y fichus. Debiera tener esquinas para ajustar cuentas o confesar un amor. Y que venga un arquitecto y se las ingenie, porque todos los departamentos, incluso los del piso 54, tienen que tener patio con macetas para que las madres las protejan de los pelotazos.

¿No son una mutilación a nuestra identidad?
¿Por qué tenían que ser tan lindos los rascacielos?

No hay comentarios:

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin
Page copy protected against web site content infringement by Copyscape
El material publicado en este blog ha sido registrado como propiedad intelectual de Daniel Os y se encuentra protegido por las leyes de copyright. Será penalizada su copia total o parcial sin previa autorización del autor.