Pasó la noche en vela. Los golpes que entraban por la ventana hacían vibrar la baldosa, y la baldosa la cama. El ruido se confundió con el sueño y se quedó mansamente esperando a que amaneciera.
Café y ducha fríos para enardecer el ánimo. La casa descompuesta y afuera no menos.
La buscó en la mitad bien tendida de la cama, en las esquinas más posibles, entre los libros y los discos. También donde con certeza no estaría… cerca del techo, detrás de las cacerolas y entre la ropa apartada para mandar a lavar. Corrió las cortinas antes de salir de la casa, seguro de que la encontraba detrás de ellas.
Se sorprendió de no verla en el asiento del acompañante del auto que se negó a abandonar el estacionamiento. La buscó en el ómnibus camino a la oficina, recorrió las calles con la mirada y pensó que seguro estaba en la oficina. Tampoco.
Cenó sin hambre y sin sentir el sabor de la comida, sólo porque era hora de comer.
Sabía que estaba ahí escondida, espiándolo, que nada era azaroso, que el destino a veces se ensaña pero esto era lo más parecido a un montaje.
Se asomó al balcón a hurgar entre las plantas y detrás de las barandas sin pudor de que su búsqueda penosa fuera descubierta por los vecinos. Acabado, profirió un profundo "¡basta!" y como nadie respondió a su desesperación se atrevió a seguir gritando…
–¡Ya basta! ¡Ya fue demasiado! ¡¿Dónde está esa maldita cámara oculta?!
24 comentarios:
Tres palabras menos y es una minificción perfecta! Vos sos ideal para el género. Me encantó!
Besus,
Jaja! Me la vendiste bien a la historia. Muy buena, me atrapó.
Beso de lunes para ti.
STEKI.
Me gustó.
Saludos!
¡Ya la vas a encontrar! ¡Nos están mirando, todo el tiempo! (lo escribo y miro disimuladamente para los dos lados).
Besos.
Que lo digas justo vos, Claudiña, es un halago muy reconfortante. Qué tal terminar la historia preguntando "¿Dónde está esa?"
No me funciona… respeto mucho el género, creo que debo aprenderlo antes de animármele.
Un beso grande y gracias por pasar por aquí.
D.
Qué rico saber que te gustó, Steki, en todo caso me excuso por haberte tenido atrapada… no pretendía la abolición de tu libertad.
Te agradezco mucho el comentario y te mando un beso lunático para vos también.
D.
A sus órdenes, Tavo.
D.
No seamos tan paranoicos, Marcela… más que nada porque las paredes oyen.
Te mando un beso,
D.
Yo también a veces tengo la sensación (o la esperanza) de que todo sea una broma de alguien de más arriba. ¿Me vas a llamar paranoica?
Besitos!!!
Inútil buscarla en distritos más allá de la propia piel.
Péinese, que viene gente.
me gusta, me gusta mucho leerte.
este te salio bastante bueno.
buen final.
un saludo!
-La llevamos siempre puesta. Muy buena la busqueda. Besos. Ade
Es una broma Celestial, Pau, me temo que algo exagerada y cuando todo se acabe nos caerá una lluvia de papelitos y entre fanfarrias nos participarán del chiste… pero los músculos de nuestra cara habrán perdido hace años la capacidad de levantar las comisuras.
Se les fue la mano… con mucho menos se morían otros.
Gracias por la vuelta,
D.
Completamente inútil, María… utópico hasta la ingenuidad. Los que saben cómo esconderse de nosotros hace tiempo se alojaron bajo nuestra piel. Se lo dice alguien que no aprende de los descuidos… ni siquiera se peina para la foto.
Sonría que la están filmando.
Un beso,
D.
Gratificante que a lo que uno apenas se anima, Sonia, a otros les despierte comentarios tan generosos.
Te agradezco mucho el comentario, espero seguir atreviéndome y que cada tanto algo funcione.
D.
Creo que eso, Ade, que la búsqueda no da resultado porque no buscamos tan adentro… curioso sería también sentirse observado y perseguido por uno mismo.
Seguiremos buscando.
Te mando un beso,
D.
La vida moderna de Winston Smith. Muy bueno compañero, as usual.
Ágil, fresco y atractivo. No me refiero a ti, sino al texto ;)
Saludos.
Lo dicho, Silvio, y todo hace parecer que ésa es la vida moderna que nos toca a todos… estamos siendo observados. Y no disimuladamente, nos sugieren que sonriamos para la cámara de vigilancia… nos admiten en nuestras propias caras que desconfían de nosotros.
El viejo Orwell y los pensadores filosóficos contemporáneos opinan parecido, no es ilógico que los programas de humor también escondan cámaras… son parte de nuestra geografía.
Muchas gracias por la lúcida alegoría, cada vez más vigente.
D.
Pero, India… ya había salido corriendo a manotear mi frasco de perfume y resulta que el halago no me correspondía.
Te agradezco, en nombre del texto, tu visita y tu comentario.
D.
Se podía ver la desesperación de la búsqueda!
Un saludiño, Daniel!
Gracias por tus palabras en mi blog. No hay problema por llamarme " larosita" no creo que nadie vuelva a denominarme así. Ha sido... muy original!
;)
yo se que todo esta vendido... pero no seria una buena idea de un reality en solitario... un solo tipo enfrentado a si mismo...
besos
Algunos afirman, Lasosita, que la búsqueda desdeñosa es la que inevitablemente consigue el encuentro pero ¿quién controla su obsesión cuando se sabe que lo que se busca está frente a uno mismo? Lo dice uno que de tanto no encontrar se olvidó lo que buscaba.
Muchas gracias por esa manera tan… original de no llamarme torpe. Un beso y seguimos leyéndonos.
D.
Melancólico reality show unipersonal, Antonia querida. Pero, lo dicho; ya todo está vendido… creo que a ese personaje que se deja observar a medias y que cada tanto finge naturalidad lo podemos llamar blogger.
Gracias por la visita. Un beso,
D.
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