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14 de marzo de 2010

No Encuentro la Magia

Leo la novela y la releo varias veces, me gustan varios pasajes, estoy conforme con la estructura pero el punto final se niega a aparecer. Ahí está la tecla, entre la coma y la barra… la presiono y… bajo presión se niega más. Releo y falta un párrafo, vuelvo a leer desde el principio y le sobra introducción. Encuentro genialidades que no sé cómo se me pudieron ocurrir, no puedo enorgullecerme, ése no fui yo. Y barbaridades que me avergüenzan. La dejo dentro de una carpeta dos o tres días y la vuelvo a abrir dos años después.

Entre medio he vivido, mal, pero ya no soy el que empezó esa novela. Mi escenografía mutó, los personajes son otros… el principal se me perdió de vista, el malvado me tendió una mano, el asesino me ofrece revivir, la princesa se convirtió en sapo. Mi apariencia es otra también. Me gusto más que antes pero ese perro punto final no se aparece.

Vuelva a su lámpara, genio.
Enciérrese en su cajón, querida novela.
Regrese a su prisión, postergada vida.

Dream is over… no encuentro la magia…

No tengo nada que hacer, no tengo nada que dar
no encuentro la magia en mi manera de hablar.
No quiero volver nunca más.

Todos podemos perder, todos podemos ganar
entre las sogas del circo y las tijeras del mal
no quiero olvidarme de hablar.

Las pálidas figuras se acercaron hasta mí,
mi mente tuvo dudas y fingí que no las ví.

Ya no quiero vivir así
repitiendo las agonías del pasado
con los hermanos de mi niñez.

Es muy duro sobrevivir,
aunque el tiempo ya los ha vuelto desconfiados
tenemos algo para decir…
No es la misma canción de dos por tres,
las cosas ya no son como las ves.




Canción de Dos por Tres
{ Del álbum "Yendo de la Cama al Living" - Charly García - 1982 }

30 comentarios:

Maga h dijo...

Vaya todas las veces que sea necesario de la cama al living. Deje que vaya saliendo, està ahì pronto a aprarecer el punto final.
Aunque todo haya mutado, la metamoforsis es inevitable, en cada pàrrafo, en cada oraciòn hay algo que sigue siendo genuino y contemporàneo.
Deje que la crìtica la hagan otros, usted ya hizo bastante con llegar casi hasta el final.

No puedo ver el video, pero volverè por èl.

Un abrazo de aquellos y con varita!

Romina E. dijo...

Interesante reflexion a las trabas de un proyecto. Pero me surge la duda, ¿son trabas? o tal vez un incentivo para generar un cambio...
Besos, y mucha perseverancia sr.

Daniel Os dijo...

No encuentro la magia y me llega un abrazo con varita de Magah… creo que la magia está ahí… en algún lado. Si le doy una vuelta de tuerca más, el punto final salta solito… pero, ¿qué vuelta de tuerca?

Seguiré paseándome de la cama al living.
Mejor suerte con el video…

Gracias,
D.

Daniel Os dijo...

También creo que se trata de lo que me plantea, Romina. Tal vez generar un cambio sea lo que haga falta para terminar tipeando ese esquivo punto final.

Gracias por desearme perseverancia, seguramente eso y un poco de disciplina me acompañen a la meta.

Un beso, señorita.
D.

Sergio Vasilev dijo...

¡Qué encrucijada!
Su problema me avasalla... hace que las respuestas se escapen como lauchas por tirante.

Conozco a varios... alguno de anteojos gruesos y anciano ya, que le entregaría una antorcha y le encomendaría al fuego su destino purificador.

Pase lo que pase, estaremos de este lado, leyendo lo que salga.

Abrazo Os!

Daniel Os dijo...

No lo tome tan a la tremenda, mi querido Tavo, ni yo me siento avasallado… inquieto, tal vez. Páseme por las dudas los datos de su amigo de lentes gruesos que si no le dejo hacer su tarea tal vez, al menos, escucharé sus recomendaciones.

Ese escurridizo punto final no puso en peligro a los de otros varios en gestación… hay historias con las que uno se involucra más íntimamente que con otras y resolviéndolas se resuelve algo más que una novela.

Un gran abrazo y gracias por su oferta de tolerancia e incondicionalidad,
D.

Susi DelaTorre dijo...

Tener una buena remesa de puntos y finales, sería interesante.

Pero... siempre tendremos el problema de saber colocarlos; nostros no somos iguales y ellos... se rebelarían al orden de su salida.

Menos mal que hay historias responsables consigo mismas... que piden encarecidamente un punto en alguna de sus líneas finales.


Abrazo, Daniel!!

Daniel Os dijo...

Alimento esas historias responsables, Lasosita, las estimulo y las trato con cariño… no vaya a ser que un buen día me visiten esas musas burlonas que dictan historias con el punto final antes de la primera sílaba.

Un fuerte abrazo,
D.

Marcela dijo...

Ay, no puedo creer que hayas escrito esto! Estoy intentando corregir una novela con la que en secreto, humillé la literatura y que se durmió en el fondo del ropero, entre cajas de zapatos (en serio, la había guardado en una carpeta, adentro de una bolsa, que tiré en el fondo del ropero). Hay pequeñas partes relativamente buenas, pero la mayoría... Lo peor es que la frase final la tengo. Lo que no sé es como llegar dignamente hasta ella. ¡Así que, te acompaño en esta inquietud jaja!
Beso.

Daniel Os dijo...

Me parece, Marcela, que a mi novela si me pongo firme la termino, pero al que le falta un tránsito digno hasta el final es a mí mismo.

Vamos, mujer, póngase las pilas que sin saber de que se trata tu novela le tengo más fe que a la mía…

Un beso grande,
D.

antonia obiol y corcoll dijo...

Y, porque usted dice primero que le duele y resulta que despues no le duele???

Preguntones besos...

Daniel Os dijo...

Despiérteme a lo que encontró entre líneas, suspicaz Toñita amiga mía. ¿A quién le dolía qué que después no le dolió más?

¡Mozo! ¡Retírele la copa a mi amiga, y a mí me sirve lo que ella toma, pero doble!

Un beso grande, te espero de nuevo y nos sacamos todas las dudas.
D.

Mercedes Pajarón dijo...

¡Ayyyy, estos hijos que nos hacen sufrir...! Primero, un embarazo complicado; luego, un parto dolorosísimo, y finalmente, cuando lo tenemos en nuestros brazos, encontramos rasgos que nos seducen, y otros que nos horrorizan...Y aun así, queremos seguir teniendo más...

Señor Daniel, a pesar de todo, no vuelva a dejar a su hijo amordazado dentro de una carpeta tanto tiempo...

SILVIA dijo...

Con el paso del tiempo cambiamos, algo inevitable amigo mío. Pero en todos nuestros actos pasados, en cada una de las palabras escritas antaño, hay algo de nosotros. Quizá no del Yo presente, pero sí del Yo que una vez fuimos.Y no es ni mejor ni peor, sencillamente es distinto. tan distinto que en ocasiones, nos cuesta un mundo reconocernos. Pero el cambio es bueno y necesario. Debemos cambiar si queremos evolucionar. Saca del cajón la novela, relee, reescribe, enójate con ella... pero no cambies su esencia. Porque esa esencia en su día fue tu esencia. Y eso es, sin duda, MAGIA.
¡Ánimo y tó pa' alante corazón! Un besazo!!!

Daniel Os dijo...

Créame, Sra. Ministra de Educación Merceditas, que este niño merecía la mazmorra y que, ahora que reevalúo el caso; su conducta melancólica, chispeante, crítica y reflexiva indica que nuestro servicio penitenciario desconoce los métodos para convertirlo en un individuo de provecho social.

Haremos lo que se pueda, pero seguiré su recomendación de desatarlo y permitirle ver la luz del día.

Muchas gracias,.
D.

Daniel Os dijo...

Me gusta cómo comparás la escencia de un texto con la de su autor, Silvia, y queda claro de que renunciar a ella no es posible… ni siquiera hacerle grandes modificaciones. Aunque si aparece una oferta monetaria interesante lo podemos negociar…

Gracias por el tó pa'alante… ¡tremendo grito de guerra!
Un beso grande,
D.

antonia obiol y corcoll dijo...

Le explico jefe:
1.- me gusta la mistela (no existe duda)
2.- todo eso del punto y la letra de la canción, me dio la impresión que era más que una espinilla.
3.- despues por un lado u otro le quita importancia.
4.´- y el resto pura y sana borrachera... glu glu!!!

Daniel Os dijo...

Es cierto, Antonia Obiol y Corcoll, no elegí esa canción por azar sino más bien con argumentos racionales. La conozco desde que fue estrenada (la canción, no usted) y si bien era yo un niño, desde entonces me ha acompañado más que otras… más famosas incluso, fíjese.

En esta oportunidad viene a recordarme (no usted, la canción) que tengo una piedra en el zapato y que con piedra y zapato he andado varios barrios. No sé si sacarme el zapato y deshacerme de la piedra o admitir que a estas alturas cierto cariño le he tomado (a la piedra, no a usted… bueno también a usted).

Resumiendo; ya no queda claro si esa novela corresponde que la acabe o que la acabe el tipo que fui… ¡Mozo, dos moscatos! (o mejor tres, uno para la piedra).

D.

Anónimo dijo...

Esa inspiración que se nos pierde seguido… Tarda, pero vuelve.
Un placer leerte.
Saludos.

MONDO FRANKO dijo...

Maestro Os:
Saquela, publiquela y deje que el punto final lo ponga otro, si no corre el riesgo de escribir y re escribir siempre la misma historia y eso nos vuelve onanistas literarios. Es mejor de a dos y de a miles. Echela a andar. cierre los ojos ponga el punto y comience una nueva. En el cajón de un escritorio pronto se pondrá amarilla y sus propias letras terminaran odiándolo por el ostracismo al que las condenó. Un abrazo maestro

Daniel Os dijo...

No me atrevería a decir que se nos pierde la inspiración, Salvador, pienso que a veces tenemos cosas para contar y que puede darse que no nos atraiga contarlas en determinados momentos.

Un gusto la visita, bienvenido.
D.

Daniel Os dijo...

Me vino a la memoria, Pablo, las palabras con las que Borges recibió el premio Cervantes parafraseando a Alfonso Reyes [+] pero, también creo en el punto final de buena cepa, aquel que le sientan bien unos años de añejamiento antes de ser compartido… no me atrevo a fanfarronear que mi novela entra en esa categoría, pero me sienta mejor la idea de que se está estacionando y no oxidándose.

Muchas gracias por el ánimo, también sienta fantástico.
D.

☀Pau☀ dijo...

Lo que pasa con el punto es que es un hijo de punta!!!

Claudia Sánchez dijo...

A ver... Usted nombró oferta monetaria para terminar su novela? Moños! no ponga el carro enfrente del caballo hombre! acábela de una vez y láncela entre amigot@s, como para quedarse tranquilo, y luego vaya por la oferta! Eso sí, a los amigot@s, ejemplares gratis!
Besos,

Daniel Os dijo...

Categórica en sus conceptos, amiga Pau. Sin embargo no tengo más remedio que hacerme cargo de la paternidad: ese escurridizo punto es hijo mío.

Un beso,
D.

Daniel Os dijo...

Y sí, Clau... ¿cuántos tipos abandonan por unos billetes los principios que antes defendían gratis? En mi caso, a falta de oferta seguiré fiel a mis principios y si pongo el caballo por delante del carro es porque no tengo idea de qué es un caballo.

La novela será acabada tarde o temprano, también será interrumpida por ejercicios literarios que me dan satisfacciones más inmediatas y, en todos los casos, usted ocupa el listado de los que la obtendrán gratis... pocas cosas me atraen más que el comentario de los amigos.

Un beso grande,
D.

MAR dijo...

LA MAGIA LATE EN TU CORAZÓN, MUY DENTRO DE TI...Y ES TU SENSIBILIDAD FRENTE A LA VIDA LINDO AMIGO.
Besos para ti...será una Novela eterna.......sin FIN.
mar

Anónimo dijo...

La musa es engreida, quisquillosa, y a veces esquiva, tenemos una vaga idea pero necesitamos de ella para poner el punto final, y leemos y releemos, escribimos, borramos, tachamos, corregimos, pero siempre faltará alguito, ese toque que le da sabor y solo ella sabe como hacerlo. Y no nos queda más remedio, archivarla hasta el dia que ella nos llame.
un abrazo

Daniel Os dijo...

Muchas gracias, Mar, por tus hermosas palabras. Seguramente si mi novela me fuera ajena, sin ni un pasaje autobiográfico, me sería fácil imaginarle un final que no me comprometa… pero creo que por ahí anda el punto de negarme a tipear el punto…

Un beso muy grande,
D.

Daniel Os dijo...

Por milenios buena parte de la humanidad ha apoyado esa misma teoría, Eltauromquico, y es probable que a estas alturas ya sea necedad mía no estar tan de acuerdo.

Es que una vez que uno se pone a escribir, pintar o tocar música, no existe la figura de la musa, es sólo una metáfora. Nadie recibe ningún dictado al oído, ninguna iluminación fantástica ni la visita de ningún ser divino. El resultado de la composición es haberse sentado a componerla… con más arte, menos talento, más experiencia, menos formación artística o en medio de un momento de mayor o menor inspiración.

Pero el resultado es la perseverancia que me desea en su comentario Romina, o la disciplina de no encontrar más excusas, como me reclama Claudia. A falta de trabajar en mi novela, veo ese punto tan lejano y esquivo que, de avergonzado, me atrae la idea de culpar a las musas.

Un gran abrazo,
D.

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