—Es un tren canadiense, pá, vi ese logo de CN en un documental en televisión…
—¿Interesante o aburrido?
—Interesante… digamos… bueno, la verdad que bastante aburrido, pero me gustaba ver cómo trataban de combatir a los que pintan graffitis en los vagones.
—¡Ja ja ja! Todo un documental sobre el sistema ferroviario que enorgullece a una nación y vos te entretenés con cómo se les escapan unos callejeros.
—¿Sabés qué es lo que me llama la atención, pá? Imaginarme que hay un chico en Canadá que tenía algo que comunicar, se fue a comprar pinturas en aerosol, buscó un momento del día en que el tren estuviera detenido pero no custodiado y se puso a pintar lo que tenía adentro… se expuso a que lo agarrara la policía o a dar explicaciones en su casa o en la escuela por la ropa manchada, pero se ocupó de que le quedara bien hecho, nada de hacerlo a los apurones y que su graffiti no fuera lo que él quería.
—Curioso tu punto de vista, Jucho, le encontrás tanto valor al coraje y al empeño que si se debía hacer, o no, pasa a segundo plano.
—Igual… es ilegal eso, al graffiti lo consideran vandalismo, no tendría que hacerlo, lo sé. Pero gracias a que se jugó, lo que él sentía o tenía para decir cruzó fronteras, llegó hasta personas que están lejos de su casa y ahora una parte de su vida se cruzó con este momento nuestro.
—Me impresionás, hijo, me enorgullece que te conmueva todo lo que una persona pueda hacer para despertar los sentimientos en alguien que está lejos…
—No era tan largo el tren, pá… ya están levantando las barreras.
—Ya se puede avanzar, Jucho… no hay barreras.
26 comentarios:
No hay barreras, simplemente no las hay.
Así debe ser.
Cariños maestro, este breve relato con moraleja, me pone a trabajar. Vaya a saber que tan lejos puede ir mi tren pintado de ganas.
que buen relato! ciertamente hay cosas que la gente hace que dejan huella en la humanidad.
saludos!
sabe qué, arty os? su jucho me ha enfelizado la tarde del domingo. él en Canadá y yo en Palermo, pensamos en lo mismo, sólo que yo a los grafitis ésos los veo en el subte. y caramba!descubrirme con el mismo pensamiento que un gurí...es que de verdá puede no haber barreras!
abrazos a ustè y a Jucho.
¿Verdad que no hay barreras, Magah? A riesgo de pecar de caprichoso admito que cualquier tren pintado de ganas, pero bien pintado y con muchas ganas, nos lleva exactamente donde lo deseamos.
Cuestión de desear intensa pero ordenadamente… menudo trabajo.
Un beso grande,
D.
Muchas gracias, Carolina, aunque me da por concentrarme más en aquellas acciones que hacemos con ánimo de que repercutan en una pequeña porción de la humanidad… las veo más factibles y, si se logra, es nada menos que un milagro.
D.
Sepa, Miralunas, que cuando la forma de enfelizarse la tarde de domingo de un adulto se empata con la de un niño, algo sano anda ocurriendo.
Dedíquese a investigarlo, si lo desea, o simplemente a disfrutarlo. Mientras tanto, gozaré que en distintos puntos del planeta se comienzan a alzar las barreras.
Un fuerte abrazo,
D.
Me encantó el final, pero mas me gustaría poder aplicarlo, sentir en la piel que no existen, que hay limites... pero lamentablemente siempre alguna aparece.
Beso Grande!
Lamentablemente, Romina, es indiscutible que existen barreras… otros las llaman desafíos. Y aunque admito que no todas son infranqueables, las que sí o sí no hay cómo atravesar son las que uno mismo erige.
Un beso para usted, joven poetisa.
D.
Me preocupa la claridad del mensaje, mi mejor esfuerzo se puede perder en un tren que viaja por el mundo y que nadie pudo enterarse que quise decir.
besos.
A MI ME ENCANTO...
NO HAY BARRERAS, NI DISTANCIAS PARA EL AMOR.
Besos para ti.
mar
No deja de ser un mensaje claro, Antonita, tal vez signifique algo así como: acompáñenme en este viaje que deseo ser descifrada…
El solo intento lo justifica.
Un beso,
D.
Que así sea, Mar, y que si aparecen no se nieguen; se combatan.
Un beso cercano,
D.
pero que parábola maestro!
Después de leerte me quité el sombrero, y no satisfecha con ello, también la peluca. Es rico en lecturas y relecturas (no el sombrero, sino tu texto), ingenioso, ágil, tiene un toque tierno, otro idealista, y además es BELLO...¡Me ha entusiasmado!
Me voy corriendo, que pierdo cierto tren...
No paramos de vivir, Jime… no nos queda otra más que ir aprendiendo de lo que nos ponen delante…
¡¡¡Muchas gracias por la visita!!!
D.
Pero, Merceditas… cada vez que una dama sin sombrero ni cabellera me elogia suelo ruborizarme, y ésta no ha sido la excepción… de modo que muchas gracias…
Sugiero que no te apures tanto; hay ciertos trenes que no van a llegar ni a irse cuando lo decidamos nosotros, sino ellos mismos.
Y ya cúbrase, no se me vaya a resfriar por una pavada…
D.
Y la frutilla del postre, ese que tan deliciosamente preparaste con la ayuda del ídolo de Ju (jucho no me gusta, sorry!)es que ahora, a través de tu blog, ese canadiense puede ver su obra traspasando todas las fronteras. A veces también se trata de la suerte que tengamos con quien se tope en nuestro camino.
Besos maestro,
Los hijos nunca dejarán de sorprendernos ¿verdad?
Increíble el punto de vista de Jucho, yo nunca lo hubiera pensado así. A partir de ahora cuando vea un graffitti, lo haré sin duda, con otros ojos.
Sin barreras.
besos mil!!!
Qué lindo post, Dani. Fresco como una lechuguita. Sabés que acá, en Mendoza, en paredones de terrenos municipales, la misma Municipalidad organiza grandes pintadas bien coloridas y quedan hermosos! De paso le hacen propaganda a la empresa de pinturas que seguramente las donó.
Ahhhh, me estoy acordando de otra cosa, jeje.
Cuando estaba en España, pasamos por un paredón todo pintado, también, y me muestra mi hija una pintura que era una cara grande igual a mi hijo! Jaja. Parecía su caricatura. Cuando mi hijo fue, se sacó una foto. Me diste la idea para un post light! Ya lo vas a ver.
Besote grande, amigo querido.
STEKI.
Yo tengo un montón de fotos que he tomado de grafittis. Y siempre los defiendo, a pesar de las quejas de, en estos casos, los vecinos a los que les pintaron las paredes (y que los entiendo también, claro).
Apoyo el análisis de Jucho. Y también me conmueve ese análisis.
Beso.
Que tema colosal che, los pibes tienen la claridad en una gama distinta, eso me conmueve, me maravillan sus reflexiones, sus puntos de vistas, como esta gran visión del graffiti.
Que bueno que no haya barreras, que bueno que puedan crecer más allá de nosotros y que los banquemos, sí
Beijos
Estercita
Excelente relato.
Que bueno es escuchar otro punto de vista!!
Muy bueno.
Un abrazo.
Jucho está también acostumbrado a que se lo llame Ju, Clau, de modo que está todo bien.
Lamento que estemos de acuerdo con lo del factor suerte, no por lamentar estar de acuerdo contigo sino que no resulta justo librar al azar la posibilidad de toparse con ese alguien que haga a uno salirse de sus propias fronteras. Pero, a no desfallecer… seguramente la suerte golpea la puerta cuando más desprevenido uno está.
Un beso, amiga.
D.
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A veces nos enseñan a abrir los ojos, Silvia, cuando pensábamos que éramos nosotros los que les daban la vida y les enseñaban a vivirla.
Sin embargo, aunque me gusten las opiniones que me dejan pensando, todavía sostengo que un barrio bien cuidado y con sus fachadas limpiecitas brinda una tranquilidad y una armonía urbana que los graffitis, incluso los más bellos, suelen combatir prepotentemente.
Mil quinientos besos,
D.
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¡Quiero ver esa foto, Steki! ¿Sabés? Con los graffitis tengo esas sensaciones encontradas en que defiendo lo artísticamente poderosos que son muchos de ellos, tienen un estilo muy fuerte y, aunque caigan en el plagio, la repetición y el manierismo, me atrevo a criticarlos como arte y a clasificarlos como una de las manifestaciones de pintura más predominante en la escena de lo que va de este joven siglo.
Sin embargo… ¡no me pinten la ventana de la abuelita, muchachos!… es imperdonable que el arte se valga de arruinar la propiedad privada. Y en cuanto a la propiedad pública, apoyo incondicionalmente las movidas municipales para habilitar zonas donde dar ese espacio para la expresión y que las empresas colaboren aunque sea por pretender un poco de publicidad.
Es arte, qué bueno que acaree polémica.
Un besote, amiguita,
D.
Me encantaría ver esas fotos, Marcela, tengo debilidad por el arte, considero arte a mucho de lo que se ve como graffiti y lamentablemente no es posible verlo todo… no existe el museo del graffiti. Habría que viajar mucho por los barrios, las ciudades, los países…
Y no es mala idea… sólo debería subirme al tren correcto y creo que Jucho se prende.
Un beso,
D.
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Es tal como lo decís, Isabel, lo que no debe faltarnos es la grandeza de bancarlos cuando no estamos de acuerdo… puntualmente con el graffiti es fácil filosofar y escuchar opiniones ajenas mientras no me pinten mi puerta…
Pero bueno, al fin de cuentas, también eso se trata de no poner barreras.
Besos,
D.
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Me imagino que sí es bueno, Gaucho, o al menos inevitable dar con alguien que opine diferente…
Muchas gracias por la visita, considérese oficialmente bienvenido por estos pagos,
D.
Lo dijo Ghandi, "be the change you want to see in the world". Si todos nos pusieramos un poquito las pilas en cambiar nuestro entorno....
Abrazo maestro.
Seba
Las palabras de ese hombre, Seba, invitan por lo menos a no poner barreras... asunto del que, como nadie, él entendió.
Un abrazo,
D.
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