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6 de mayo de 2009

La Orden de los Aduladores

–Así es, mi querido Campomar, yo también pertenecí a la Orden de los Aduladores.

–¿Y cómo explica eso de “pertenecí”? ¿Qué lo alejó del clan?

–Fui expulsado… lo negarán si intenta averiguarlo. Y le digo más, no le estarán mintiendo, no son conscientes de que fui expulsado.
Los primeros registros de la existencia de la Orden de los Aduladores son confusos e inexactos, fueron transcriptos en un lenguaje hermético enredado en metáforas y casado con simbolismos idólatras y políticos de la época. Separando datos impugnables de pruebas arqueológicas, se sabe que eran un grupo de artistas y acróbatas que poblaban una aldea lejana a la metrópolis, a quienes se les asignó la consagración de la diosa de la fertilidad; asignación que cumplieron con honesto fervor religioso.

Cada solsticio los primogénitos eran iniciados a su vida sexual en una ceremonia de cinco días de duración que comenzaba cuando los púberes bebían diez logues de vino ritual, uno por cada mes en que se dividía el año, para luego participar en orgías, banquetes y servicios religiosos alternadamente. Terminados los bacanales, la diosa juzgaba el desempeño carnal de cada iniciado para luego premiarlo con la bienvenida a la comunidad o castigarlo con penas que iban desde el destierro hasta la muerte.

Los artistas, batallados en el oficio del elogio fingido, mutaron su “buena tu obra”, su “dulcemente triste tu poesía” y su “temperamental tu trabajo” en calificativos lujuriosos tendientes a salvar el honor, y ocasionalmente la vida, de los críos emborrachados de la aldea. Así, casi sin proponérselo y entre “una fiera tu pibe” y “buena mano la patrona”, había nacido una orden secreta cuyo único objeto era tergiversar la realidad hasta convertirla en atractiva.

La aldea desapareció; unos funcionarios proclamados devotos de la diosa de la fertilidad se instalaron en el área, aumentaron la frecuencia de los rituales y derogaron las pocas censuras que éstos incluían, de modo que al poco tiempo la localidad toda era una perpetua orgía sin banquete, elixires ni religión y los pobladores optaban más por el destierro que por la incorporación a una comunidad decadente.

La Orden de los Aduladores, tras su diáspora paulatina, atravesó un período incierto en que, sin objetivos ni localidad fija, tenía a sus antiguos miembros adulando erráticamente lo que encontraran a su paso, incluso sin necesitar que sus elogios fueran escuchados o agradecidos por interlocutor alguno. Arquitectos halagándole su perfecta escuadra a los canteros, herreros aplaudiendo a sus metales por el brillo y la rigidez y panaderos besándose los dedos luego de maniobrar piezas recién sacadas del horno, identificaron la necesidad de reorganizar la agrupación y establecer las pautas con que se debía adular.

Una de las primeras condiciones impuestas fue la de someter toda adulación a un sujeto capaz de interpretar el halago, es decir, quedaban abolidos los cumplidos a objetos inanimados, a accidentes geográficos y a fenómenos de la naturaleza. Luego, ante la improbable existencia de virtudes dignas de ser destacadas entre los seres vivos cercanos, se incorporó lo que llamaron el Tratado de Conformidad, que consistía en tratar de conformarse con lo que fuera, por lo que méritos apenas identificables o francamente inexistentes fueron los receptores de las más aparatosas galas.

Miembros de la Orden fueron reclamados por figuras destacadas de las artes para integrar sus elencos, a único efecto de iniciar rondas de aplausos, arrojar flores sobre las flamantes esculturas, observar sus pinturas en silencio con gesto pensativo y calificar de interesantes a los lienzos que se veían mejor antes de las primeras manchas de óleo.

Su rol fue comprendido en palacios, monasterios y siglos después en rascacielos, donde integrantes de la cofradía fueron contratados para mantener elevada la autoestima de los egocéntricos influyentes que, ya en tiempos remotos, solían tener una débil estabilidad emocional.

Algunos detractores le atribuyeron a la Orden de los Aduladores nada menos que el envilecimiento de la especie humana, achacándoles haber disminuido el desafío de los pensadores ingeniosos, ya que a muchos de ellos les bastaba la recompensa inmediata de la felicitación ficticia y desproporcionada tras reflexiones elementales de la magnitud de “conviene ser bueno porque la gente buena es mejor que la mala”, “cuide su salud si no desea enfermarse” o “aumente sus ahorros consiguiendo un mejor empleo y gastando menos”.

Críticos más rigurosos responsabilizaron a la logia por el avance de la pobreza, la crisis ética de la humanidad y la consolidación de mediocres en puestos claves para tomas de decisiones trascendentes en ministerios y compañías comerciales.
–Sin ir más lejos, amigo Campomar, cometí el error de cuestionar el rol de la moderadora de los Foros de Debates de Crítica Nacional tras su exposición, en lugar de seguir el acostumbrado ritual de halagarle la rigurosa selección de su vestuario y eludir el tema central, ganándome así la desaprobación masiva del resto de los concurrentes de la sala, a quienes se les sugirió no continuar la discusión que estaba yo proponiendo.

–Todos miembros encubiertos de la Orden de los Aduladores en plena misión. Entonces… ¿a qué vino hoy, Medina Sinclair?

–A encontrarme con mi público… a recoger un puñado de comentarios halagüeños.





15 comentarios:

Claudia Sánchez dijo...

Muy bien profesor.
No voy a adularlo, solo decirle que me parece muy bien su post de hoy.
Estuve investigando en el lugar que menciona y le diré que huí con náuseas, no tanto por el contenido de los posteos como por la sarta de pelotudeces que escriben una serie de pelotudos que deben estar pagados por la escritora para sumar comentarios. Como si cantidad indicara calidad. Disculpe usted mi exabrupto, pero es que otra palabra no les cabe. Debería usted volver a comentar en el lugar, e invitarlos a visitar su blog, este post específicamente, en honor a ellos. Ah! y ponga moderación de comentarios.
Con todo respeto profesor.
Saludos,

Daniel Os dijo...

En principio, Claudia, agradezco mucho que el comentario no haya sido adulón… pareciera que la existencia del fenómeno blog se reduce a unas personas que administran su propio espacio y lo pueblan de comentarios escritos por administradores de otros espacios.

Finalmente los contenidos, en la enorme mayoría de los casos, pasan a un plano secundario y la herramienta cumple funciones sociales. Todo esto me parece completamente legítimo, lo que noto es que abunda el comentario elogioso sin fundamento que en verdad esconde el mensaje "acabo de pasar por este blog y quisiera que vayas al mío aumentando el tráfico de visitas, el número de comentarios y la cantidad de seguidores".

Recuerdo el ejemplo de un señor llamado Cava que el fin de semana dejó el mismo comentario en todos los blogs administrados por mujeres que encontró. Un riguroso "copy/paste" intentando elevar su popularidad y sus chances amatorias.

En televisión eso se llama rating y se hace para generar dinero. En los blogs debe ser para satisfacer el egocentrismo de algunos administradores, pero el gran punto en común que tienen el blog y la televisión es que en aras de percibir más visitas se permite masivamente contenidos mediocres y los creadores de esos contenidos creen ser poetas, filósofos, analistas políticos y humoristas.

Pero esa mecánica es la pretendida en algunos foros que no entendí y entré equivocado buscando otra cosa. Y los dejo solos con su mundo de alegrarse por ser el primer comentarista de 800 que vienen detrás a intentar no ser expulsados si no adulan a la periodista que genera los contenidos que después nadie lee.

En este ínfimo rincón de una red de alcance mundial nos da más satisfacción la visita de gente que entra a propósito que docenas de "me encantó tu blog, te puse como seguidor ¿me seguís el mío?".

…y prometo no extenderme tanto en mis respuestas, que si no no voy a recibir comentaristas de a millares.
D.

☀Pau☀ dijo...

Me encantó tu blog, me puse como seguidor ¿me seguís el mío? Una cosa, de onda, escribí más corto que tengo que pasar por otros 30 blogs!!!!

Fuera de broma, me gustó mucho la historia de los chupamedias. Escribís muy ameno y me divierto con tu humor inteligente.

Daniel Os dijo...

Gracias, Pau, muy gentil tu comentario… por un momento tuve la sensación de que me ibas a decir que mi cuento te pareció "interesante".

Te estoy siguiendo, no te preocupes.
D.

Daniel Os dijo...

Pero no les repruebo su hábito, Marcela.

Hay blogs, sospecho que la mayoría, que se abren para conocer nuevos amigos y está bien. Ahí no importa si se habla de deportes, de política o de artes. Tampoco es criticable que no sean idóneos en la materia a la que dedican su espacio, lo que critico es la reacción adulona después de un poema mediocre y que el falso poeta no tenga el pudor de dejarse elogiar.

Gracias por tu comentario.
Un beso,
D.

Marcela dijo...

Es verdad todo lo que decís. Y muchas veces me cuestiono el valor de muchos comentarios.
Creo que después de un tiempo uno debe aprender a reconocer los que valen, de los que no.
Los que buscan aumentar las visitas o los seguidores en sus propios sitios, o... que se yo que buscan muchos con los blogs. Yo disfruto escribir en mi blog
y me gusta comentar en blogs, de humor, literarios, de actualidad. No me gusta el comentario forzado. No dejo comentarios en los post que no me gustan (no dejo comentarios feos, eso sí, no me sale, si algo no me gusta, me voy silenciosamente) y espero lo mismo de quienes visitan el mío. A su vez también se que mi blog no es "comentable" (seamos honestos, para la mayoría mi blog no es divertido, y a quienes les gustan los cuentos, se compran un libro e inclusive los que pueden disfrutarlo, muchas veces ni deben saber que decir) así que tampoco espero tener muchos comentarios...
Y una vez mas: ¡yo dejo comentarios cortos! Excepto en tu blog y un par más...
Relindo tu espacio. Que lindo escribís. Visitá el mío!!
:) Besos.

Daniel Os dijo...

Es absolutamente lógica, Marcela, la política de emitir opinión sólo cuando se opina algo o de dejar comentarios sólo en las oportunidades en que hay algo que comentar. Pero esa mecánica no es la que impera masivamente… y el comentario forzado "obliga" al visitado a visitar al emisor y, ocasionalmente, forzar otro comentario dando incio a una cadena de relaciones basadas en pactos no escritos de visita mutua.

Creo que sería positivo aprender a criticar desde algún lugar constructivo y con buena intensión para elevar los contenidos del blog de uno y de los sitios que uno visita.

Gracias por comentar, ¿me seguís? ¡te sigo!
"¡¡¡Estás divina, Su!!!".
D.

VAE VICTIS...!!! dijo...

Daniel, amigo mio:
HORRIBLE !!!, espantosamente real, cruel y descarnado, ¿ como se te ocurre pronunciar tantas verdades ? NOOO !!! esas cosas se saben pero no se dicen...( jajaja ). Para no ser uno de la orden no te felicito nada.
Saludos cordiales estimado amigo y buen fin de semana, de corazon.
Un abrazo
vae

Daniel Os dijo...

No es así la cosa, amigo Vae… si no vas a felicitarme por mi blog, mi peinado y mi nuevo cinturón cancelo la continuidad de las tres cosas.

Te mando un gran abrazo y te agradezco sinceramente tu visita.
D.

josef dijo...

Una vez leído tu post deduzco que el mundo es una gran "Orden de Aduladores", pero también de pelotudos y solo puedo limitarme a hacer una cosa, adularte, pero no diré: bueno ni bonito, dire un texto inteligente, escrito para mentes adulonas. Un abrazo!

Daniel Os dijo...

Me apenó un poco, Moderato Dos Josef, que este texto despertara la sensación de que fue escrito para mentes adulonas. Pero me alegra mucho, y aporta de manera muy bienvenida, que finalmente nos aportemos juicios de valor en vez de invitaciones a enfrascarnos en mediocridades profundas.

Muchísimas gracias por tu comentario.

Un abrazo,
D.

Steki dijo...

Excelente tu post, Dan! Yo no pienso entrar a chusmear en ningún lado mencionado para no darles "raiting", qué tanto. Me basta con leerte.
Como siempre, muy inteligente cada aporte tuyo. Sos especial... especialmente inteligente. Por eso sos mi amigo! Jajaja, qué aduladora me puse! Estoy contenta de que hayamos retomado la comunicación. El cariño siempre vigente.
Que tengas un excelente fin de semana!
BACI, STEKI.

Daniel Os dijo...

El cariño siempre vigente, Steki, y donde es genuino no se trata de adulación miserable sino de halagos espontáneos y desinteresados… que también son difíciles de recibir sin sentir pudor.

Te mando un beso grandote y te agradezco que te hayas dado una vueltita por acá.

D.

ade dijo...

- Alguien alguna vez me dijo: "Ade tenés que responder los comentarios". Entonces comence a responderlos, pero llegó un momento que me superaron y sentía que eso se parecía más a una terapia de grupo que a un comentraio sobre lo que yo había escrito.Peo bueno deben ser las reglas de este juego.
Ahora sin el menor ánimo de ser una aduladora, jajaja, te quiero agradecer las canciones que dejas para que escuche. Soy de la decada de Sui Generis, en los 80 tuve a mi segundo hijo nacia junto a Seru Giran. No te imaginas como disfruto cada vez que escucho esas canciones. Un beso muy grande y gracias. Ade

Daniel Os dijo...

Puede que se trate, Ade, de que éstas son las reglas del juego. Por suerte siempre tenemos la opción de jugar de la manera que consideramos constructiva a al menos entretenida. Entre mis puntos de vista, la adulación queda fuera de las dos categorías… sin embargo se puede seguir jugando.

Me alegro que disfrutes la música, yo también lo hago.

D.

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