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7 de mayo de 2010

Aire Libre

Prefería que lo llamaran Luisito, se sentía más cómodo adoptando un diminutivo accesible que blandiendo los honores que la vida le había otorgado.

Cenas, personajes importantes, reuniones y carcajadas ejecutivas coronaban su rutina, pero más disfrutaba de hacer un asadito al aire libre con la familia los domingos al mediodía.

–Vení, ayudame con el fuego. Quedate cerca y abanicalo con energía. Aunque en tu cumple soples las velitas para apagarlas, acá el aire aviva el fuego. No pongamos tanto papel, enciende en seguida pero también se quema rápido y nos llenamos de cenizas, así que agreguemos ramitas secas y vayamos poniendo uno a uno el carbón, que se vayan quemando lento… si ponemos todo de golpe, ahogamos el fuego y se apaga. Después, cuando ya haya una llama pareja, le tiramos unos leños… madera noble… conservan el calor y le dan rico aroma a la carne…

–Papi, tengo nueve años… ¿por qué me querés enseñar a hacer asados?

–¿Pensabas que hablábamos de asados, Dany?









51 comentarios:

Acido dijo...

pri!!
voto a que hablaban de amor...

Daniel Os dijo...

¿De dónde conocés a mi viejo, Rochi?

miralunas dijo...

preciosa metáfora, vea.
parece que lo importante no se queda afuera esta vez. aunque no sea nada simple ese fueguito....

abrazo

Daniel Os dijo...

Parece que prepararlo es un arte, Miralunas, a mi papá le salían exquisitos los asados y un solo fueguito le duró toda la vida.

Un beso grande,
D.

SILVIA dijo...

No veo mejor manera de explicar a un niño lo que es la vida. ¿Precioso Daniel! Besazos bien gordotes!!!

Daniel Os dijo...

Así como una forma infalible de no olvidar jamás que la capital de Groenlandia es Nuuk es visitando Nuuk, Silvia, una forma sólida y contundente de enseñar la vida es mostrarse viviéndola.

Buena vida para vos, bien grandota.

Besos también,
D.

Maisa dijo...

Se me rompiò la cabeza!

Daniel Os dijo...

Una Corona cortada con gin, Maisa, y un gajito de limón en el pico de la botella se encargan de reconstruir la cabeza partida… o al menos acompaña hasta que esté listo el asado.

D.

MAR dijo...

QUE TIERNO!!!!!!!!!!!!
Besos para ti.
mar

Daniel Os dijo...

Super tierno el asado, Mar, después te digo dónde consigo la carne.
En serio, muchas gracias.
D.

Marcelo dijo...

Tengo la fortuna de tener vivo a mi viejo, y lo que más me gusta de mis charlas con él son aquellos primeros consejos, un tango, o algo que decirle a un amigo o a una mujer. Aunque en aquel entonces no le entendiera bien.
Muy bueno che!
Un abrazo

Steki dijo...

Qué buen mensaje, Dani. Muy tierno el post y muy profundo.
Besote y feliz domingo para la juventud! Con asado! Jajaja.

Daniel Os dijo...

Qué bueno, Marcelo, que hayas sacado el tema… casi caigo al impulso de decirte la trillada “disfrutalo”, como si uno le pusiera una peluca al viejo, otra uno, nos y después subimos las fotos en Facebook.

La verdad, cuando el lazo es estrecho y la relación es sana, la única diferencia que hay cuando el viejo se va es que se lo extraña… pero se sigue conversando con él y se siguen escuchando sus consejos.

Lo del fueguito me lo dijo de chico, y esta semana notó que era oportuno recordármelo.

Un abrazo grande,
D.

Daniel Os dijo...

Muchas gracias, Steki… pinta sin asado el domingo pero tal vez de surfing… hay que rebuscárselas mucho para dejar feliz a un hijito vegetariano.

Beso grandote,
D.

Susi DelaTorre dijo...

Preciosa historia,
una enseñanza de buen hacer, de buen vivir, de buen querer...


Saludos, Daniel !!

antonia obiol y corcoll dijo...

Lindo,lindo... Gracias
Un beso..

Adriano dijo...

qué gran ritual el del fuego! en el asado o donde sea, el fuego mueve algo ancestral en las personas, no? ahora bien, esos que le ponen la pastillita encendedora... bué, ud me entiende.

Maga h dijo...

Exceso de información para una cabecita de nueve años, sea para lo que sea que se use ese fueguito!

Abrazo!

Mercedes Pajarón dijo...

¡Te quedó al punto, señor Os!

Pregunta: ¿Habrá que enseñarle también a no quemarse, o tendrá que aprenderlo solo?

Besos!

Daniel Os dijo...

Muchas gracias, Lasosita, me parece interesante poder mirar la cotidianidad con ánimo de aprendizaje y por suerte he tenido grandes maestros.

Saludos,
D.

Daniel Os dijo...

Si así te parezco lindo, Antonita, debieras verme cuando estoy bien peinadito...
Un beso grande, amiga.
D.

Daniel Os dijo...

Tal como usted lo plantea, Adriano, los fuegos encendidos con pastillita imagino que dejan sabor artificial a la pasión... al asado, quise decir.
D.

Daniel Os dijo...

Demasiada información hasta para niños de mi edad, Magah, pero habiendo enseñanzas que retumban en la memoria, supongo que tarde o temprano toda la lección será aprovechada.
Un abrazo fuerte,
D.

Daniel Os dijo...

Todo un tema de debate, Merceditas, porque para enseñar a no quemarse antes se debe conseguir medir la resistencia a la temperatura del alumno, que seguramente difiere de la del maestro... muy complicado, que se queme y aprenda.
D.

Isabel Estercita Lew dijo...

Grande ese papá y sus enseñanzas, qué paradigmático el ritual del fuego, me recuerda que no debo echarle nunca más alcohol al fuego 

Me gustó leerte

Estercita

Steki dijo...

Hijito vegetariano? Mirá vos! Hacele asado de verduras, a mí me encanta tirar verduras en la parrilla! Lo hiciste alguna vez?
Después contame, jaja. Becho.

Silvio dijo...

Lo cotidiano enseña.

Yo nunca tuve un diálogo así con mi padre, de hecho nos cuesta mucho dialogar.

Es un gran tipo no obstante, soy quien soy por quien es él.

Saludos amigo Daniel. Perdone mis ausencias.

Anónimo dijo...

Una leccion para todos.
un abrazo

Daniel Os dijo...

¡Grande Pá!, Isabel. Me quedo igual con la sensación de que no hay una técnica adecuada y las demás incorrectas, seguramente la manera perfecta de encender una llama es la que a uno le guste más usar.

Muchas gracias por andar por acá, te veo siempre en blogs amigos y hasta ahora no había tenido la inteligencia de visitarte. Te agradezco que me la provocaras.

Bienvenida,
D.

Daniel Os dijo...

Al petiso ese le encantan los choclos a la parrilla, Isa, así que su participación en los asados no es pasiva… lo que sí, ya está aburrido de explicar que no come carne y evita esos eventos.

¿Por qué de un padre tan normalito salen nenes así?

Beso grandote,
D.

Daniel Os dijo...

Estoy seguro de que sí has tenido diálogo con él, Silvio, tal vez no convencional y verbal, pero de algún lado viene que seas así por quién es él.

Te mando un abrazo enorme y no me hagas enojar pidiendo disculpas por ausentarte. Acá entrás y salís cuando te dé la gana y sin mediar explicación.

Un saludo, mi amigo.
D.

Daniel Os dijo...

Muchas gracias, Tauro, lecciones hay por todos lados… tal vez haya más lecciones que gente que las identifique y las adopte.
Un abrazo,
D.

Ricardo Fasseri dijo...

Es que la vida es armar la trama. Como en un cuento, una novela, una canción, un fuego, un asado, la vida... Abrazo

Marcela dijo...

Son las mejores enseñanzas. Nunca se olvidan.
Beso.

ALE. dijo...

La metáfora de la vida en unos de esos momentos cotidianos que el tiempo transforma en mágicos,perdurables,tibios y dulces hasta en las ganas de revivirlos.

Un abrazo!

Ricardo Miñana dijo...

Una tierna imagen y reflexivo
post, bendita la inocencia de los niños.
un placer leerte.
feliz semana.

Daniel Os dijo...

A veces estoy de acuerdo con esa postura, Ricardo. Luego la trama que uno arma toma otra forma y uno se termina adaptando o hasta disfrutándolo… en señal de que armar es tan fatigoso que tal vez en dejarse llevar y sorprender se le descubran más misterios a la vida, los asados y los cuentos.

Un abrazo grande,
D.

Daniel Os dijo...

El "poder residual" de las conversaciones con los que saben más que uno, ¿verdad Marcela? Lo lindo de esas lecciones es que a veces uno cree que está pasando un simple día al aire libre y se queda con algo para siempre.
Un beso,
D.

Daniel Os dijo...

Qué bonito lo describís, Ale, da ganas de vivir rodeado de metáforas y aprendizajes… tal vez sólo haya que abrir más los ojos nomás.
Un abrazo,
D.

Daniel Os dijo...

Muchas gracias por sus palabras, Ricardo.
Buena semana también,
D.

Jime dijo...

a mí lo que aún no termina de sorprenderme es el entrecruzamientos de tramas, será por eso que me fascinan las películas de Woody Allen??

no logro descifrar aún cuál es el motor, si somos nosotros los que decidimos y por ende nos suceden cosas, si hay azar en la mayor parte de las viviencias, si está todo escrito y simplemente lo ignoramos, si hay extraterrestres mirándonos desde el espacio, dándose una panzada sobre nuestras vidas??... si será un poco de todo eso

una mujer comienza cruzando una calle o decide emprender una travesía y no tiene ni idea de que acaba de cruzarse con el hombre que meses/años más tarde sería el amor de su vida...

eso, me parece maravilloso!

Daniel Os dijo...

Me parece estimulante, Jime, buscar y no descubrir cuál es el motor... no suceda que también creamos que debemos repararlo. Tal vez se trate de entender el rol de uno frente al destino y no intentar adivinarlo o modificarlo, sino aceptarlo... vivirlo. "Y vamos viendo", me decía una mujer que desea tan fuerte y con tanta coherencia que luego se le cumple.

A veces un hombre siente haber encontrado el equilibrio y aparece en su vida un elemento desequilibrante que se la embellece, será por eso que me fascinan los cuentos de Woody Allen.

Qué placer tenerla por acá. Es usted muy bienvenida.
D.

Jime dijo...

Gracias Daniel!... "vamos viendo" cuando postea algo nuevo... para visitar y comentar

;)

Daniel Os dijo...

A veces echamos mano a cosas que otros ya han dicho por uno...

Jime dijo...

claro

Lena yau dijo...

Y sí...los fogones siempre disfrazan lecturas!

Me encantó, Daniel!

(Gracias por la lectura y las palabras que dejaste en MiraLunas!!!!)

Un abrazo desde Madrid!

Daniel Os dijo...

Muchas gracias, Lena, tan generosa la amiga Miralunas, ¿verdad? que dedica su espacio a que lo bueno que lee llegue un poco más lejos.
Un abrazo,
D.

Anita Dinamita dijo...

Daniel, qué bello tu padre enseñándote las grandes metáforas de la vida.
Vine del blog de Malena y me gusta este homenajito tan bonito.
Un abrazo

Daniel Os dijo...

Así son los padres, Anita, es siempre inoportuno que se vayan pero, si se los sabe interpretar, cada día nos dejan una nueva enseñanza.

Muchas gracias por la visita,
D.

Malena dijo...

Gracias.
Gracias por hacerme leer estas palabras.
Me quedo con el consejo de tu padre y con tus palabras con Marcelo.
Sólo se los extraña, lo que dejan siempre está ahi.

Daniel Os dijo...

Pero se quedan con uno para siempre, Malena… ¡Fuerza!

Te mando un beso grande,
D.

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