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1 de noviembre de 2009

Sálvese Quien Pueda

A tientas descubrió que cerca de la puerta de emergencia se encontraba el único paracaídas que la compañía había considerado para ese tipo de vuelos. Tras el fuego avistado desde la cabina y el desmayo del piloto, no lo dudó un instante. Desafiante, ante la mirada perpleja de su compañero de viaje se calzó la mochila y en un solo movimiento, omitiendo compartirla o decidir juntos quién debía vestirla, con dos dedos en la sien le dedicó una venia final y una sonrisa inentendible.

–Cuando llegue abajo te envío un manual de pilotaje… mi amor.

Al rato el avión había atravesado el área del incendio forestal, se disipó el humo del interior de la nave y el piloto, tras volver en sí, recuperó el control.


Hay quienes cuentan que después de varios años, un hombre oscuro y derrotado sigue preguntando en las oficinas de correo si es que nadie vio un paquete con un librito dentro… con la única esperanza de saber que al menos ella llegó bien.




33 comentarios:

Susi DelaTorre dijo...

Impactante, Daniel,
descorazonador el penar de ése hombre " oscuro y derrotado"...

Original situación de la historia y el desarrollo de los acontecimientos.

Un placer saludarte!
Buen comienzo de semana.

Daniel Os dijo...

Le tocó vivir el resto de su vida sin entender porqué fue traicionado, Lasosita, pero imagino que de no haber ocurrido en ese vuelo habría ocurrido en algún otro momento… los traicioneros traicionan y también hay tipos que velarían hasta por la paz de su verdugo.

Muchas gracias por tu visita, buena semana para vos también.
D.

ALE. dijo...

Ah bueno! Concentrado y letal!
Se había salvado de morir,se había salvado de ella,para luego autocondenarse a ser un fantasma...Me quedo con un puñado de sentimientos encontrados y mezclados,luchando por ganar el puesto de la sensación...voy a ignorarlos hasta que se calmen.
Y con total conciencia voy a caer en un lugar más que común diciendo: lo bueno si breve, dos veces bueno.
Abrazo .

Daniel Os dijo...

Tu comentario, Ale, me sugiere que deberíamos definirnos qué significa salvarse. Aparentemente estos viajantes tenían concepciones opuestas… mientras que para uno la salvación era librarse del otro, para el otro salvarse era que ambos permanecieran en buenas manos.

Espero que sigamos todos a salvo y tal como a cada quien le apetezca.

Un beso grande, muchas gracias,
D.

Marcela dijo...

¿Hay algo peor que la duda? El no saber es probablemente el peor dolor, peor quizá que las peores certezas. Y en este caso hay muchas dudas en ese pobre hombre, no solo si ella después de traicionarlo se salvó, sino, ¿qué hubiera pasado de no traicionarlo en ese momento? ¿Fue solo la desesperación por salvarse (yo lo dudo) lo que la obligó a tomar el único paracaídas?
Muy buen cuento. Como siempre, bah.
Besos.

Daniel Os dijo...

Es cierto, Marcela, el germen de la incertidumbre es venenoso. Por un lado me da ganas de que el mensaje oculto del cuento sea el vivir lo que nos toca sin andar midiendo lo que vendrá, pero pronto caigo en el temor de que los que no nos anticipemos a nuestra historia, podemos ser aplastados por ella.

Un beso para vos y muchas gracias por lo de antes del bah… por todo el comentario, bah.
D.

Sara Ham dijo...

Y seguramente ella cayó en una isla del caribe y estará disfrutando de la playa junto al piloto?, tal vez... en fin, ¿no podes seguir un poco el cuento y avisarle al pobre tipo oscuro y derrotado?, así me quedo más tranquila. Buenisimo lo que escribiste!!!

Steki dijo...

Qué tristeza me da el hombre. Yo pienso lo mismo que vos, si no lo traicionaba ahí lo iba a traicionar en cualquier momento. Pobre tipo. Aunque visto desde el lado amable... zafó.

Me gusta que escribas cortito porque te puedo leer y comentar desde el diario, jaja.

Besote para vos, amigo.

Daniel Os dijo...

Es probable que así sea, Sara, aunque sujetándonos rigurosamente al relato, en su egoísmo y desconsideración la paracaidista se arrojó, sin calcularlo, a la hoguera.

Nada indica que hoy no esté en el Caribe, ni que su conciencia no la mantenga ardiendo entre las llamas.

Qué bueno tenerte por acá, gracias por la visita y por tu comentario,
D.

Daniel Os dijo...

Zafó el pobre tipo, Steki, pero por alguna razón no lo vive así… ganar es perder y perder es ganar cuando se vive la falta de razón.

Y con respecto a que este cuento salió cortito, no te puedo asegurar que así sigan siendo las cosas… tengo la tendencia a expandirme y entrego los laureles de la minificción a nuestra querida Claudita.

Un beso grande y gracias por pasar,
D.

antonia obiol y corcoll dijo...

Es bien probable que saltar primero no sea lo más recomendable...

Tambien queda la posibilidad de adivinar el futuro, por lo menos, con una hora de anticipación...

Y la última posibilida podría ser querer morir abrazado a alguien que en algun momento se llamo "mi amor"

besos

Daniel Os dijo...

No podríamos estar más de acuerdo, Antonita. Saltar primero es, por lo menos, dejar la catástrofe a ser administrada por otro… lo que no queda claro es quién es el beneficiario de manotear el último paracaídas.

¿Cuánto "mi amor" sobra cuando falta honestidad?

Un beso para ti,
D.

Romina E. dijo...

A pesar de la oscuridad del relato, debo reconocer que me causo gracia. Si, me reí xq me hizo recordar un decir "el amor es eterno mientras dura".
¿la duda? Que feo! lindo castigo, mal compañera.
Besos!

ALE. dijo...

Daniel, para mi salvarse siempre tiene que ver con vivir la verdad.(a la muchacha le habia costado bien poco elegirse ella solita y sola)
Pero cada uno elige lo que quiere, lo que puede o lo que le duele menos.Y no tengo nada que decir al respecto.Sólo hablaba,por supuesto,desde mí.

Besos.

Daniel Os dijo...

Claro que es así, Romina, podíamos hablar de amor eterno cuando la gente moría de vieja a los 45 años pero para los tiempos modernos te diría que no hay eternidades que duren más que una temporada.

Ahora, con respecto a tu lectura sobre el castigo, te confieso que no me queda claro quién se salva y quién pierde en esta historia… como probablemente ocurra en muchas historias de traición.

Beso también para usté,
D.

Daniel Os dijo...

Me gusta tu apreciación, Ale, me invita a tomar en cuenta que ya sea que se haya salvado o no de las llamas, la protagonista optó por acabar su vida en soledad.

De ser así nos quedaría una moraleja más o menos aleccionadora para los que andan pensando en cometer alguna traición… también hablo, por supuesto, desde mí.

Dese por besada nuevamente,
D.

Sergio Vasilev dijo...

Como siempre su maravillosa habilidad para poner a la moral y a la ética contra las cuerdas y dejarme totalmente mareado: a base de resolución ¿No sé quién se perdió a quién?

Saludos!

Daniel Os dijo...

Me temo, mi querido Tavo, que no soy yo quien las pone entre las cuerdas. La moral y la ética probablemente no pertenezcan más que a los tratados de buenas intenciones y pocas veces se usan en la vida cotidiana más que para un número limitado de afectos.

No quiero llevar un discurso oscuro y derrotado, sigo sosteniendo que la vida tiene el potencial de ser maravillosa… a pesar del esfuerzo de los amorales y los antiéticos.

Un abrazo,
D.

Pini Pon dijo...

Terrible la foto... me da cosa ver esos arboles en llamas.

Pini Pon dijo...

Terrible la foto... me da cosa ver esos arboles en llamas.

Un beso Daniel.

Pini Pon dijo...

Terrible la foto... me da cosa ver esos arboles en llamas.

Un beso Daniel.

Pini Pon dijo...

Terrible la foto... me da cosa ver esos arboles en llamas.

Un beso Daniel.

Pini Pon dijo...

Uf no se que paso que salio tantas veces jajajaja. Perdon!!!

Daniel Os dijo...

Es que esos árboles ardiendo y los ciervitos tratando de mantenerse frescos da miedo de verdad, PiniPon… Como bien dijiste ¡es terrible terrible terrible terrible!

Lo que no puedo entender es porqué cuatro veces "terrible" y sólo una vez "un beso"

Otro beso para vos,
D.

☀Pau☀ dijo...

Mirá, yo sé muy bien lo que es una traición. Puedo entender a ese hombre porque te traicionan te sentís oscura y derrotada (por lo menos hasta el próximo viaje)
Te mando un besito!!!!!!!

Sebastián Leonangeli dijo...

Muy buen minicuento. El giro está re bien planteado, cuando me cayó la ficha me sorprendió (es que me acabo de levantar y tardé en entenderlo, je).
Como siempre muy bueno lo suyo,
Abrazo
Seba

María dijo...

Hay salvaciones que se parecen tanto a la condena...

Derrotas que son casi una victoria...

Recuerdos que -cuando nadie los ve- se besan apasionadamente con el olvido...

María dijo...

De encontrar el bolso y le librito, probablemente comprobaría que ella llegó bien e, ipso facto, comenzarían a dolerle cada uno de los huesos, terminarían por abrirse cada una de las llagas y en su garganta descubriría cuanto lugar queda aún para el gemido moribundo que brota entre las zarzas de la soledad.

Es preferible que nunca lo encuentre.

Al menos así, queda lugar para la poesía del quizá.

Daniel Os dijo...

Te leí hace unos meses, Pau, afirmando con inocente dolor que la maldad existe. Lamentablemente tenés toda la razón y tal vez la forma más pura de maldad sea la traición… la maldad emanada de aquél que actúa como si perteneciera a tu bando y defendiera tus intereses, el que jura la lealtad a la que sabe que fallará.

Ya el diablo no viste atuendos endiablados ni ríe diabólicamente… hoy compra el alma de los ingenuos con caricias que sientan bien.

Hasta el próximo viaje,
D.

Daniel Os dijo...

Lamento haber escrito tan temprano, Sebastián, pero sepa que sorprender entre sueños con cuentos me pone en la ventaja de no contar con toda la lucidez de los más agudos críticos.

Que no digan que no avisé, puede que el próximo relato salga antes que los rayos del sol.

Gracias por amanecer por estos suburbios,
D.

Daniel Os dijo...

Supongo, María, que todo es consecuencia de que nadie nos explicó las reglas del juego… seguimos arrojando los dados con la esperanza de sacar un as de espadas.

Con respecto al segundo comentario me quedo con una duda… ¿será que algunos desencuentros ocurren tiempo antes de que dos personas dejen de cruzarse?

Gracias por la bien intencionada crueldad de dejarme pensando,
D.

Le Fay ʚïɞ dijo...

la esperanza de q llego bien... hermoso si q si!!
un beso

Daniel Os dijo...

Esas son las trampas del querer, Siab, podemos enceguecernos hasta desearle lo mejor a quien desviva por nuestra derrota.

Bienvenida por este espacio, sería un gusto verte de nuevo por acá.
D.

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