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22 de noviembre de 2009

Mejor No Pregunte

Amalita es muy dedicada, pocas veces se la ve desconcentrada con su trabajo y cuando lo hace es sólo para recuperar energías y regresar rápidamente a sus funciones.

Tan laboriosa y cumplida ella… suele dedicar a quien le cruce su mirada un saludo sonriente, más que el mínimo cordial. Siempre tan pulcra y atendiendo su aspecto, Amalita es casi bonita. Lo notaría sin esfuerzo si en vez de su uniforme de limpieza, el edificio de la Cancillería le permitiera vestir sus ropas habituales, el pelo suelto y tal vez algo de maquillaje.

Se percibe su buena educación y no cuesta imaginar que proviene de un hogar de clase media. Tal vez por algún revés del destino o por mejorar sus ingresos durante un tiempo, haya tenido que elegir este trabajo menos privilegiado, pero no es dolor ni resignación lo que transmite su rostro sereno. Jamás. Excepto esta mañana.

La pude ver trabajando con dificultad y buscando dónde apoyar su cuerpo durante sus breves pausas, las mismas que siempre son más cortas, más espaciadas y con su espalda bien erguida. Caminando entre el contingente que abordaría el ascensor de la izquierda no pude más que ignorarla y me comprometí conmigo mismo a forzar un saludo a la salida de mi reunión en el piso 36.

–¿Cómo está usted hoy, Amalita?

–Muy bien, gracias Dr. Medina Sinclair.

–La noto algo diferente, Amalita, ¿segura que está bien?

–Mejor no pregunte…

Pero ya había preguntado. El almuerzo con el Grupo Hamlarr había sido cancelado y eso agregaba a mis dos horas del mediodía suficiente actividad como para el resto de la semana, tenía que llegar cuanto antes a mi despacho, reorganizar la agenda y contactar a Mabel que no pude contestar antes su llamada saliendo del acto de la escuela.

Le ordené, sin embargo, a todos los músculos de mi cara mantenerse caballerosamente distendidos mientras Amalita confesara su pesar.

–Mejor no pregunte –repitió con rostro afligido, observando un punto imaginario en el piso y continuando sin esperar mi respuesta–. El portero de la entrada de la calle Parroquiales tuvo el mismo problema hace cuatro meses y a él sí que le fue mal, yo por suerte me resbalé pero alcancé a agarrarme de esa puertita gris que da a la salida ¿vio esa de la ventanita de vidrio amarillo? Me agarré para no caerme, pero igual hice algún movimiento raro porque cuando llegué a casa ya me dolía el tobillo. Mi mamá me puso hielo y me dijo que seguro que no era nada pero a la mañana ya tenía todo hinchado y no quise ir al médico porque el traumatólogo mío, el que me atendió cuando tuve esa contractura, está de vacaciones y pensé que se me iba a deshinchar tomando desinflamantes. Así que fui a la farmacia y me dieron unos que no traen sueño pero me dijeron que pueden hacerme mal al estómago, así que hay que tomarlo después de comer y como no había comido nada hacía rato, me compré unas galletitas que son muy sencillas pero me encantan, Tinas se llaman… no Tinitas, las Tinas son más grandes y un poquito más secas. Así que me comí un par de Tinitas con té para tomarme mi desinflamante y la verdad que no me calmó nada, por eso ahora mire, me puse esta venda que me tiene el tobillo apretado, no me duele, pero cuando llegue a casa y me lo saque sé que voy a estar en un salto del dolor. Al final voy a terminar yendo al médico, pero si puedo aguantar unos días así, ya el Dr. Barreras vuelve de Caracas… porque se fue a las Antillas de vacaciones y parece que no consiguió vuelo directo… entonces ahí sí que me hago ver por él y que me saque placas, que me enyese, que me mande al quiropráctico o que me diga qué es lo que más me conviene porque fíjese, Dr. Medina Sinclair, que yo este trabajo de estar todo el día parada no lo puedo hacer estando así. Le pedí a mi hermana, no Susana que usted ya la conoce, a la casada, Andrea, si me podía reemplazar por lo que queda de la semana y no puede porque le están pintando la casa y… bueno, no le cuento así no le hago perder más tiempo… ¿Tiene un día muy complicado usted, doctor?

–Mejor no pregunte.





39 comentarios:

☀Pau☀ dijo...

jaja!!!!!!! qué bestia Amalita!!!! Cuidado que hay Amalitas por todos lados, si una quisiera pararle la oreja a todos los que piden la palabra necesitaría días de 40 horas para hacer mis cosas.
Qué bueno tu cuentito livianito!!!
Saliste del trauma post-Rust y me alegra mucho que escribas de nuevo de buen humor.
Te mando besotes!!!!

☀Pau☀ dijo...

jaja!!!!!!! qué bestia Amalita!!!! Cuidado que hay Amalitas por todos lados, si una quisiera pararle la oreja a todos los que piden la palabra necesitaría días de 40 horas para hacer mis cosas.
Qué bueno tu cuentito livianito!!!
Saliste del trauma post-Rust y me alegra mucho que escribas de nuevo de buen humor.
Te mando besotes!!!!

Romina E. dijo...

Me encantó el final... Siempre hacemos preguntas de tipo esperando un resultado positivo, o mejor dicho superficial. Pero siempre hay alguien que esta dispuesto a romper con las respuestas predeterminadas. Grosa Amalita ;oP
Beso grande!

SILVIA dijo...

Juajuajua!!!!
Mira que hay Amalitas por el mundo...
Son agotadoras y dominan el arte de la palabra...aunque a las Amalitas, "casi nunca les gusta hablar".
Genial, muy bueno, muy divertido.
Mil besitos!!!

Anónimo dijo...

Gran personaje Amalita.

Daniel Os dijo...

Amalita es un amor, Paulita… sólo la gente sencilla y los niños conservan la espontaneidad y la lucidez de explayarse sin mirar el reloj.

Cuentito livianito y trauma superado.

Gracias por tu comentario,
Gracias por tu comentario,
D.

Daniel Os dijo...

Es cierto, Romina, cuando hacemos preguntas por compromiso difícilmente esperamos asumirlo… tal vez de tanto "¿qué tal?" que lanzamos a diario debiéramos preguntarnos alguna vez "¿qué tal si decidieran respondernos?".

Grosa Amalita… y el preguntón que se haga cargo.

Un beso grande para usted,
D.

Daniel Os dijo...

¡Las Amalitas nos invaden, Silvia!

Son una raza superior, saben cómo dominar nuestras mentes y cómo saturar nuestras agendas. A parapetarse y cuidarse de no encenderles el músculo de la perorata… o a aprender de sus artes.

¡Un beso grande!
D.

Daniel Os dijo...

Amalita más un personaje es un estilo de vida. Gracias por la visita, Jordim.
D.

Sergio Vasilev dijo...

El personaje evoca rapidamente mi madre, a mi tía, a su hermanastra & a large amounts of etceteras.
La diferencia sustancial radica en que ellas siempre están en "mode on" para describir la teladearaña de sucesos mundanos. Amalita, al menos en esta entrega, parece comedida y hasta respetusosa... de los que no preguntan.

Abrazo!

Daniel Os dijo...

Fíjese, mi estimado Tavo, que acaba usted de descubrir un corredor hacia otra dimensión.

Bien hace en establecer la diferencia entre aquel personaje de incontinencia verbal y el indagador indiscreto. Nuestra estructura social, aún primitiva, nutre el prejuicio de que las damas aportan más experiencias a este último grupo, pero me gustaría compartir aquí un viejo análisis que arroja como conclusión que "las damas cuando verborrágicas e indagadoras son consideradas chismosas; los caballeros, en cambio, periodistas".

Un fuerte abrazo,
D.

Mercedes Pajarón dijo...

....Mi suegra no se llama así, y sin embargo, me la recuerda asombrosamente... Sólo le falta decir a Amalita que fue por la calle Cual, luego giró a la derecha por la calle Tal, siguió doscientos metros hasta la avenida Plof... y mi suegra y ella serían idénticas!

Claudia Sánchez dijo...

Buenísimo! me hizo acordar a un comercial que está ahora en el aire
http://www.youtube.com/watch?v=kaLexrqO2vo
donde todos se preguntan y contestan entre sí "todo bien?!" Aquí es una moda y la realidad es que la mayoría no está preparado para escuchar otra respuesta.
Besos,

P.D.: Por acá, todo bien!

antonia obiol y corcoll dijo...

Me encantan esos rebotes Dr Sinclair... la chica estaba bien, hasta que abrio su boquita... si se veia linda la señorita...

Un gran beso de esta chismosa...

Daniel Os dijo...

Mi mamá es de la misma raza de tu suegra, Mercedes, y me cuenta durante tres horas películas que en el cine duraron una y media… ¿será por eso que me estoy enamorando de Amalita?
Un beso,
D.

Daniel Os dijo...

Me encantó ese comercial, bienvenida Claudiña, sobre todo el final, donde el protagonista no queda solo sino con quien corresponde.

¿Habrá que aprender a hablar menos o a escuchar más?

Un beso enorme,
D.

Daniel Os dijo...

Pero quién no ha gozado alguna vez maliciosamente de permitirse ser chismoso, Antonita… puedo imaginar que si una elegante oficinista se paseara entre los escritorios sin percibir que su nariz albergara un cuerpo extranjero, hasta los más discretos del departamento harían mofas sobre ese cargamento ilegal.

Pobre Amalita, de verdad tenía cosas que comunicar.

Correveidiles besos,
D.

María dijo...

Todo bien, Os.
Qué quiere que le diga... todo bien.

Daniel Os dijo...

Todo bien, María… y que sea un presagio más que un análisis de situación. En todo caso, cuán complejo puede llegar un mensaje de apenas dos palabras emitidas inteligentemente hacia un receptor interesado en escuchar miles.

Creo que el problema de Amalita no es su tobillo sino que vive entre receptores de agendas complicadas.

Qué quiere que le diga… todo bien.
D.

Susi DelaTorre dijo...

Tu relato, Daniel, me recuerda a cierta frase que oigo con relativa frecuencia:
" no pidas, que se te dará..."

Simpática Amalita, no debe tener mucha gente con la que hablar.
Parece solitaria...


Saludos y un abrazo!

Todo bien...

Daniel Os dijo...

No conocía esa frase, Lasosita, y la encuentro ingeniosa. Sin embargo, con lo generosa que puede llegar a ser la vida, prefiero pedir.

Simpática Amalita, como lo debe ser mucha gente solitaria a la que no nos tomamos la molestia de escuchar. Ya no es una sorpresa tu sensibilidad para observar a la gente sufrida.

Un gran abrazo para vos también,
D.

MAR dijo...

Mejor no pregunte....
Amelita la soledad hecha sensibilidad.
Besos para ti con mucho cariño.
mar

Rainier Zundapp dijo...

Una canción bellamente cursi, siendo la cursileria una herramienta poderosa para conquistar chicas de 1950....
http://www.youtube.com/watch?v=Jtzwfyl8HZo

saludos de 4x4

Marcela dijo...

Mi aplauso a Amalita. Nunca va a necesitar un psicólogo!
Yo, cobarde, igual, les escapo a las amalitas de mi vida.
Besos.

Maga h dijo...

El doctor un verdadero caballero. Admirable, esa es una prueba que no puedo pasar.
Hubiera escuchado la tercera parte del relato!

Muy bueno Os!!!

Steki dijo...

Por las dudas, yo mejor ni pregunto! Jajaja, qué buen nombre, Amalita. Pensar que el mundo está lleno de ellas!
Gracias por pasar por mi blog en mi lecho de enferma. No te contagié? ;)
Besote grande!

Capitan de su calle dijo...

jajaaaaaaaa

El que pregunta pierde.

Quien hace el mate?
Vos.

Quien va a la panaderia?
vos.

Hay que limpiarlo esto?
Limpialo dale

Podes pasar vos?
No...vos sabes que no puedo...


Nonono amigo...el que pregunta pierde.
En fin...gajes del oficio :)

saludos!

Daniel Os dijo...

Sensible Amalita, ¿verdad Mar? Un amor de chica, no entiendo porqué nadie quiere escucharla…

Besos para ti también,
D.

Daniel Os dijo...

Encontré en esa canción, mi querido Rainier, características de asombrosa similitud con Amalita… algo provoca detenerse en ambas pero resulta imposible escucharlas hasta el final.

Buen descubrimiento, ¡usted debe ser un melómano profesional con mención en arqueología!

Alto honor el de su visita,
D.

Daniel Os dijo...

Qué buena perspectiva le encontraste, Marcela, a la situación: Amalita hace catarsis… y no sólo que la sesión le sale gratis sino que deja de diván al que le preste atención.

Un beso grande, de cobarde que lo niega a valiente que lo admite.
D.

Daniel Os dijo...

Un caballero el doctor, Magah, y creo que lo ayuda un poco su información genética… a los de mi especie se nos abre la boca involuntariamente intentando llevar oxígeno al cerebro y mitigar el sopor.

Muchas gracias por la visita y el comentario,
D.

Daniel Os dijo...

¿Cómo que te enfermaste, Steki? No lo admito… lo tuyo debe haber sido una renuncia temporal a las actividades habituales… los que contagian energía no se enferman jamás.

Un beso grande, y qué bueno que hayas regresado al ruedo.
D.

Daniel Os dijo...

Es completamente cierto todo lo que decís, Pablo… lo que no sé es cómo abstenerme de preguntar de dónde lo sacaste, pero con esto de que el que pregunta pierde quedé bloqueado.

Un abrazo grande,
D.

ade dijo...

- Hola Daniel Os. Y si, hay que tener cuidado con los antiflamatorios, desinflaman el tobillo e inflaman el estomago. Besotes. Ade

Steki dijo...

Dani, creo que no me enfermaba desde hace más de 20 años. Si alguna vez tuve 37° me sentía como con 40°. Imaginate ahora que tuve 39°! Gripe seguida de bronquitis. Con eso ya tuve suficiente por el resto de mis días, te lo aseguro.
Besote de fin de semana para vos.

Daniel Os dijo...

Si me permitís, Ade, creo que los antiinflamatorios son recetas que sueltan los médicos que no aprendieron a sanar masajeando y escuchando… sin dudas que dejan el estómago revuelto.

Un beso,
D.

Daniel Os dijo...

Bien, Steki, si de esas últimas líneas pasaron unos veinte años puedo albergar la ilusión de que en los próximos veinte vas a seguir contagiando buena salud.

Un beso grande, qué rico que estés bien.
D.

Anónimo dijo...

Nice post and this post helped me alot in my college assignement. Gratefulness you seeking your information.

Daniel Os dijo...

Hard to know, my welcomed an Anónimo friend, how a single story written in Spanish could help you at college… but, my pleasure.

Be my guest,
D.

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