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6 de febrero de 2010

Todo Tiempo Futuro fue Mejor

Al universo de mi desconocimiento Jove Kovic arrojó una brote de iluminación. El escritor de lucidez combativa simplemente compartió con sus amigos algo de música del grupo The Chieftains y desencadenó una sucesión de ideas que, por respeto a su espacio, aventuraré en éste.

Manuel Corral Vide para su libro Cocina Celta se sumergió en la tarea de investigar los orígenes y el legado de los distintos pueblos y culturas celtas y, entre las curiosidades, leyendas, refranes y datos históricos con que prologa a sus recetas, me entera de que la música celta que hoy conocemos no es la música que tocaban ellos sino la que suponemos que tocaban.

No muy abundante información arqueológica y la tradición oral indican qué instrumentos ejecutaban en tiempos en que escribir música era impensable, sin embargo en Isla de Man aún hoy se cantan algunas canciones infantiles cuyas letras coinciden con otras encontradas entre hallazgos de aquella época. Se cree que en estas canciones sobrevivientes, la música sería la misma a la original o que ha sufrido deformaciones generacionales; pero no habiendo más registro que esa información sobre la antigua música celta, compositores posteriores han escrito, inspirados en aquel estilo festivo, música para los instrumentos tradicionales.

El resultado es lo que hoy conocemos como música celta, que convoca a artistas grandes en talento y celebridad, aunque todos coinciden en no estar componiendo más que una conjetura de lo que habría sido la música celta. En todo caso, se trata de una conjetura que se viene alimentando desde el Cinquecento, a casi catorce siglos de atomizados, fusionados, invadidos y dispersos los pueblos celtas. Ya, a estas alturas, después de cinco siglos de llamar música celta a un género basado en suposiciones, está bien permitirse saltear los tecnicismos sobre si es música estrictamente ancestral, una sospecha de lo que fue o un invento moderno envuelto en el cuento de la herencia… ya se ganó el nombre de música celta por más que si despertamos a un druida y se la hacemos escuchar, no le recuerde a lo que escuchaba en su pueblo.

Sin embargo me detengo en el trabajo de reconstrucción del arte y la cultura, asunto favorito de los renacentistas… tan preocupados por renacer glorias anteriores. En algún punto me recuerdan a las casas de antigüedades donde se consiguen máquinas de escribir hechas en China hace seis años con nombres italianos, que ya vienen fabricadas con los cantos machucados y defectos en un percutor; pero a veces, reescribir el encanto de lo que fue o la fantasía de cómo pudo haber sido, es en sí mismo una manifestación artística maravillosa… es la nostalgia de lo que no ocurrió, la resignación alegre de que todo tiempo futuro fue mejor.

Que por favor nadie me entere si las gambas al whisky de la página 124 ya la comían los celtas o si son producto de la imaginación de este grandioso maestro cocinero lucence.







28 comentarios:

Sergio Vasilev dijo...

¡Clemencia para el historiador! Que ya en su rol de ser humano, sufre contrariado el intentar entenderse a sí mismo y a su pares actuales ¿De qué se lo puede culpar, al pobrecito, si en su deber, liga y sazona con sueños la masa de los acontecimientos pasados?

Abrazo Os.

antonia obiol y corcoll dijo...

Puede ser tambien que todo plato se ve mejor en espectativas y en sabor antes del proceso de ser engullido...

Lo mejor de toda historia pasada es que su principal ingrediente solo puede tener un 10% de verdad y pasar por un serios antecedentes de nuestro pasado, creible y aceptable.-

Chau AOC

Daniel Os dijo...

Sepa, Tavo, que no será tarea fácil culpar a Corral Vide de algo sucedido en este libro. Investiga la historia como el periodista que es, combina ingredientes místicos y terrenales como el cocinero que es y entrega una obra sensorial en relieve, color e intelecto, como el pintor que también es.

No será sencillo encontrar otro libro de recetas donde la información adicional no sea el cuidado de las manos de la mujer moderna.

Muchas gracias por su visita,
D.

Daniel Os dijo...

Lo dirás vos, Antonita, desde tu pasado creíble y aceptable. Los menos virtuosos nos entregamos a la lujuria del aroma en busca de satisfacciones que, luego del proceso de cocción, se sacian en la mesa una por una.

La cocina dispara toda una generación de analogías del trabajo arduo con la mirada en un futuro de placeres ornamentados con realidades de platería y vino. Ayuda a creer en la promesa de un futuro exquisito para quien ha tomado por el mango la sartén de su vida.

Gracias por la sal,
D.

Mercedes Pajarón dijo...

...Y posiblemente si Cleopatra levantara la cabeza y viera una peli con Elisabeth Taylor le daba la risa. Bah, supongámosles buena voluntad a todos aquellos que reinventan el pasado, y si es gastronómico, mejor! (no le hago ascos a la música, pero...el estómago es el estómago).

Daniel Os dijo...

Estamos completamente de acuerdo, Merceditas, y les supongo buena voluntad a los renacentistas de hace quinientos años como a los de ahora… más que nada porque finalmente lo que generan es arte y, sea de raíces enterradas o hidropónicas han tomado un camino noble.

Curioso sin embargo que exista un folklore hidropónico… veo que un buen resultado metido por los oídos y el paladar no se somete a interrogatorios.

Sírvase lo que le apetezca, luego seguimos con las gaitas.
D.

SILVIA dijo...

A mí me encanta la música celta, debo confesarlo. Su cultura, su historia, sus costumbres, desprenden un halo mágico. Y no sé, si lo que sé es 100% cierto, o simples retazos de realidad sujetos por miles de costuras imaginarias. Pero me gusta. Hay que plantearse siempre el beneficio de la duda, ¿no crees?
No debe ser fácil reconstruir tiempos pasados. Me encantó tu entrada Daniel.
Mil besitos con sabor miel!!!

Daniel Os dijo...

Me dejaste pensando, Silvia, que ese halo mágico que transmite la música celta se sostiene, también, por el misterio de cómo habría sido la original. En este caso el misterio, la duda, arroja beneficios encantadores.

Muchas gracias por el sabor que deja tu comentario,
D.

☀Pau☀ dijo...

Si hablabas de la máquina de escribir trucha que viste en la casa de antigüedades donde yo trabajo, te digo que tenés razón que era retro pero no antigua pero la gente sabe lo que va a comprar. Si querés una máquina antigua de verdad pelá chequera y date una vuelta por el local, te van a bajar la caña pero es un sueño.
Probá invitando esas gambas al whisky y a lo mejor te consigo un descuento.
Beijos!!!!!

Miguel Vivas dijo...

Grande el encabezado y soberbio el final. Curioso cuando menos, sin lugar a dudas. Un placer conocerte buceando por estos mundillos, gracias por visitar mi(tu)Palabrafernalia. Te sigo la pista, un saludo!!!

Daniel Os dijo...

En ese local venden unas hermosas máquinas inglesas sin eñes ni tildes, Pau… no quisiera herir los sentimientos comerciales de los propietarios de ese establecimiento, pero… las gambas al whisky sabrán esperar.

Un beso para usted, joven.
D.

Daniel Os dijo...

Regrese cuando lo desee, Miguel, y estaremos atentos a cuanto ocurra en ese espacio tan inspirado que le he conocido.

Muchas gracias por la visita,
D.

Vania dijo...

hola que tal! permítame felicitarlo por su excelente blog, me encantaría tenerlo en mi blog de animes y peliculas .Estoy seguro que su blog sería de mucho interés para mis visitantes !.Si puede sírvase a contactarme ariadna143@gmail.com

saludos

Daniel Os dijo...

No lo sé, Ariadna… nadie me ha manifestado un especial interés por animes y películas últimamente. Pero siéntase bienvenida e invitada a contactar a mis amigos y sugerirles ser visitada.

Muchas gracias por sus palabras y buena suerte con su blog, prometo vsitarlo.
D.

Sebastián Leonangeli dijo...

Hubiera jurado que la música Celta era realmente Celta y no un invento póstumo a dicha civilización.
Esto me da varias ideas y por ejemplo ahora mismo voy a componer música paleozoica, viendo que está en boga.
Un abrazo
Seba

Daniel Os dijo...

Me parece que con estos inventos, Seba, los únicos perjudicados son los futuros arqueólogos. Cuando encuentren una foto de Sting con una gaita bajo el brazo y un iPod en el bolsillo no van a saber qué vino antes, si los druidas o The Police.

Pero esa mescolanza, bien cocinadita a fuego lento, nos ha dejado como degustadores de lujo. Te tengo fe con la música paleozoica, ¿te mando unas rupestres para la portada del disco?

Un abrazo,
D.

Steki dijo...

Qué buena mezcla: periodista, cocinero, músico, pintor... cuantas artes todas juntas.
Me encanta la música celta!
Te escribo rapidito acá, desde casa antes de irme al diario porque allí, cada vez que entro a tu blog... zas, se me bloquea la pc, jaja. Debe de ser porque yo tengo el Mozilla y en el diario no.
Besos celtas.

Daniel Os dijo...

La verdad que a una personalidad tan completa, Steki, es imposible conocerle a fondo todas sus facetas. Sólo puedo hablar de sus habilidades como historiador y cocinero… y en ambas es extraordinario.

Al menos las recetas que le probé me encantaron, lo que veo que no me está funcionando bien es el plan de que abandones el trabajo y te dediques exclusivamente a bloggear desde tu casa.

Besos contemporáneos,
D.

Maga h dijo...

Sin duda Maestro, sea música, instrumentos o una vieja máquina de escribir, rescato la nostalgia y el encanto de lo que fué y de que nos permite la fantasía.
Es como dice una manifestación artística, una creación propia.

Abrazo y admiración!!

Daniel Os dijo...

También yo, Magah, rescato todo eso… principalmente tomar el encanto y la nostalgia como fuente de fantasía.

La creación artística, como cualquier otra actividad, no tiene más opción que orientarse hacia el futuro… curioso que inspirados en pasados tan ajenos se consiga convocar tantos seguidores. ¿Será que nos gusta más sentir que recordamos que recordar de verdad?

Un beso grande,
D.

MAR dijo...

INTERESANTE POST...
Con respecto al FUTURO Y AL PASADO...YA NO EXISTEN....SOLO TENEMOS EL PRESENTE...
Así es, entonces a disfrutarlo plenamente.
QUE TODOS LOS DIAS, SEAN DIAS DE AMOR PARA TI.
PD
SAN VALENTIN.
Besos y abrazos de tu amiga mar.
mar

María dijo...

Algo así como la memoria de lo que nunca existió...

A propósito, esto es más o menos lo que está haciendo Sting que recupera a Dowland que recuperaba a...

En medio, sigo sin distinguir entre gaitas y cornamusas, pero parece que se puede disfrutar de la música sin saber exactamente qué es cada una.

Interesante, como cada vez.


Saludos,

Daniel Os dijo...

Tal vez así sea, Mar, aunque que hay uno que otro indicativo de que sí existen el pasado y el futuro. Sin embargo es innegable que, en mayor o menor grado, los tiempos no presentes están confabulados con algún estado de la mente… y sospecho que son precisamente los estados empañados por la emoción.

Si fuera exactamente así, te deseo que eternamente sientas que no existe más tiempo que éste.

Un beso grande, amiga.
D.

Daniel Os dijo...

Parece, María, que el futuro de la música celta se encuentra encerrado dentro de otro futuro que está también dentro de otro, asfixiado como la última matrioska. Y hasta es factible que dentro de trecientos años se escuche reggaeton con la plena convicción de estar recreando a Dowland y Sting, ambos contemporáneos… y también de Boudica. Ahí sí que se le escaparía un lagrimón al druida, pero de impotencia.

Y mientras presagio futuras confusiones, me sumo a la presente de no poder distinguir entre una gaita, una cornamusa y un cromorno… al menos la cocina celta da resultados certeros.

Muchas gracias por sus apreciaciones,
D.

Marcela dijo...

La historia en general se adivina o intuye pero, honestamente, creo que el problema de la música celta y culturas similares, es que fue tomada por comerciantes muy hábiles (estoy pensando en cosas como el new age, que personalmente detesto, pero obviamente respeto) generando algunas aberraciones y otras cosas no tan desagradables, como cierta música que es agradable, salga de donde salga. Igual que la comida: si es sabrosa, que importa si es o no respetuosa de la historia.
Besos.

Daniel Os dijo...

Me gustó aquello que destacás, Marcela, acerca de que la historia se intuye. Y realmente tras las pruebas que pueda encontrar un arqueólogo o un historiador, cierta dosis de creatividad propia le imprime al hecho que luego nos narra. No necesariamente de manera irresponsable o tendenciosa, pero invita a echarle una mirada a la historia como si se tratara de su trabajo literario… la hace más llevadera y descomprime tensiones.

Cambiando de tema, no hay razones para respetar al New Age pero respeto que respetes.

Un beso,
D.

Anónimo dijo...

Muy interesante tu articulo y en lo personal, me encanta ese tipo de música.
Gracias por compartir.
Saludos.

Daniel Os dijo...

Realmente es encantadora esa música, Salvador, más cuando no nos detenemos a investigarle su autenticidad… o cuando asumimos que ya se la ha ganado.

Bienvenido por este rinconcito, ojalá las próximas entregas repercutan en nuevas visitas suyas.

Un abrazo afectuoso,
D.

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