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22 de mayo de 2010

Hermosa Frustración

En los bordes del óleo de la paleta, allí donde los pigmentos comienzan a mutar su identidad y los amarillos brillantes del sol adoptan el tono seco del trigo, es donde se aloja el alma del artista con los premios tardíos.

¿No es acaso el reconocimiento a una trayectoria una valiosa mención? Pues no. La trayectoria ha ido siendo edificada por pequeñas glorias no identificadas y con, seguramente, un cuantioso valor íntimo. Sin embargo no identificadas en su individualidad, se las ha confinado a integrarse en un paquete con otras tantas victorias anonimizadas hasta que un buen día pesan en masa por su tamaño, mas no por sus méritos propios. Dolorosa contracara de la amonestación colectiva, aquella que diluye en comunidad la condena del perpetrador.

El arte no premiado, la pintura sin cliente, el texto sin lector y las cuerdas sin aplauso son naturales. Raramente se sufren. Son de la intimidad del artista de raza, no del ególatra. Valen más por su significado, por su aprendizaje o por la creación en sí que por el galardón consecuente. Cuando el artista decide vulnerar esa intimidad y exponer sus méritos, también está pidiendo respuestas y es ahí donde puede caer aniquilado tanto por el lastre de su egolatría como por la sentencia demorada del “pudo haber sido”... el reconocimiento a destiempo.

Un impuntual intento de remendar consecutivas omisiones que mitiga del condecorador la culpa de haber ignorado al homenajeado en instancias previas, y pone al artista en la extraña situación de no ser felicitado por algún detalle que le enorgulleciera sino por no haber sido observado con esmero. El trofeo se lo entrega más el premiador a sí mismo, por dejar de olvidar, que al artista por su arte. Y el premiado sonreirá para la foto junto a viejos fragmentos de su obra, lejanos ya en su memoria personal y negados oportunamente de la colectiva.

Cada pasada sospecha de que acababa de crear la pieza que lo difundiría y lo haría ser acariciado por la dicha, pasó inadvertida. Cada razón de orgullo que fue ignorada le creó una nueva forma de orgullo con matices de frustración, obligándolo a comportarse indiferente a la indiferencia ajena, enquistando su personalidad y llevando las expectativas de su trabajo a un terreno privado. Privado también de laureles.

Luego los años tornan evidente que a un fulano ya se le han secado incontables litros de óleo sobre lienzos, que lleva escritos kilómetros de letras o corcheas y llega entonces la evocación genérica. Llega también, sin proponérselo, a devaluar cada vieja gota de pintura, tinta o sudor… y le dice tímidamente al artista: “Hiciste todo eso”.

Y el artista también devalúa en un instante cada frustración añejada en barricas de contener esperanzas y lágrimas. Y allí, donde el pigmento de trigo seco adopta los brillos del sol… suspira satisfecho.










36 comentarios:

OPin dijo...

Un hermoso ensayo pleno de frases atinadas y sentimientos tardíos. Un resumen de sensaciones originadas en reconocimientos que no siempre llegan a tiempo.
Un placer leerte.

Daniel Os dijo...

Ojalá sea también una invitación sutil, Opin, de observar a quienes nos rodean con la mirada detenida en su, aunque sea, décima parte llena del vaso.

Muchas gracias por el comentario y bienvenido por este espacio.
D.

miralunas dijo...

comentando lo de la invitación, mi amigo, me ha ganado usté de mano.
siempre me pregunto ante esos putos premios a la trayectoria: porqué lo están premiando? por todo lo que hizo bien y no vimos? o por haberse aguantado hasta acá sin morirse todo lo que no vimos?
me ha emocionado esta entrada, sin muchas explicaciones.

ah! me llevo ese espléndido Touché, para no sentirme culpable si le dan a usté ese premio.

abrazos

Daniel Os dijo...

No hay de qué sentir culpa, Miralunas, no tengo edad para hablar de trayectoria, no postulo a premios y así y todo una que otra alma confundida me ha otorgado algún reconocimiento.

Sin ir más lejos, releer "Touché" pero en espacios más respetables que éste, es una bellísima sorpresa que te agradezco profundamente.

Te mando un beso muy grande.
Muchas gracias,
D.

Steki dijo...

Qué lindo escrito, Dani! Una maravilla al igual que la pintura.
Lamentablemente, la fama suele llegar tarde, si llega, y los dinerillos los disfrutan los que llegaron después. A esto agrego que los argentinos somos fantásticos, siempre celebramos una fecha patria o religiosa recordando la muerte y no la vida.
Besote grande, amigo querido.
STEKI.

Daniel Os dijo...

Es cierto lo que decís de los argentinos, Steki, con esa tendencia al fanatismo y disparar para los extremos… de otra manera no habríamos acuñado tantas crisis ni tanto tango.

Nos gusta la tragedia… y la pintura se llama “Melancolía” de Edvard Munch, uno de los pintores más trágicos que arrojó el Expresionismo, la corriente pictórica que dominaba la escena en tiempos de Gardel.

Un besote, amigaza.
D.

Claudia Sánchez dijo...

Dany querido, ayer quise dejar un comentario, pero las palabras se agolpaban en mis dedos pujando por salir, todas primero y, como casi siempre pasa, cerré la ventana para que no siguieran peleando. Porque es así, sabe? después de tanta lucha y tanta puja y tanto esmero, la mayoría de las veces todo pasa sin pena ni gloria. Y a veces, uno, que piensa demasiado, se pregunta si valdrá la pena tanto esfuerzo.
Excelente Post Amigo! así, todo con mayúsculas.
Besos

antonia obiol y corcoll dijo...

Yo no sé si es verdad o mentira, pero me llevo por pasadisos recorridos... no por un afan de ser reconocido, visto o leido... Me sobrevive la idea que todo ese camino que se gesta en sacar algo de uno, con los relieves que nos resultan importante, con puntos de vista, con miradas, texturas, emociones; probablemente tengan como unico destino barricas contenedoras de esperanzas...

Dulces besos

Eduardo Galleguillos Castro dijo...

Nuevo individuo yo, el que me acerco a tu escritura.
Grata, grata sorpresa, me llevo lo emocional; "lo redondo" de todo esto.


Abrazos.

Daniel Os dijo...

Me parece que hay que descomprimir, Clau, está bien ponerle todo el corazón a lo que se hace pero no necesariamente esperando aplausos. Se genera mucha tensión y, habiendo más talentosos que premios, es matemáticamente improbable que cada trabajo brillante sea reconocido. Creo que la gloria es un estado de equilibrio interno y, si llegara a tener razón, comentarios como el tuyo hacen que un simple peatón se sienta un hombre victorioso.

Un beso muy grande, mayúscula Amiga.
D.

Daniel Os dijo...

De eso se trata, Toñita, nada más que ir sorteando los caprichos de la topografía de nuestras vidas y allá donde se tenga alguna caída reponerse o enorgullecerse con los logros… agregarle a eso más premio que mantenerse esperanzado y deseando el futuro ya es demasiado pedir.

Un gran beso, amiguita.
D.

Daniel Os dijo...

Nuevos somos todos, Eduardo, algunos nuevos de ahora y otros nuevos de hace algunos años.

Muchas gracias por encontrar la redondez a esta esquinita de internet.

Bienvenido,
D.

Isabel Estercita Lew dijo...

Hola Daniel, se me complicó un poco la lectura por accesibilidad visual, el fondo negro me mata y me da fiaca llevarlo a Word, también tuve problemas de accesibilidad intelectual, no me da mucho el bocho… hasta que lienzos y óleos, kilómetros de letras, corcheas, también entraron fusas y acordes, entró de todo y hasta un ensayo no planeado de sensaciones, y luego esa llegada a la evocación genérica me planta una generala doble, aunque ya me la haya tachado y ahora retorne en forma de pregunta "hiciste todo eso?" , cuando devaluar la frustración en mi humilde soberbia, es casi una aspiración máxima, como desinstitucionalizar los premios, desdramatizar la vida, premiar la creatividad en el placer de lo compartido. Seria el súmmum

Estercita

Daniel Os dijo...

Nadie podría haber encontrado mejor ejemplo de la relación creatividad-premio, Estercita. Definitivamente la "creación en sociedad" tiene la recompensa inmediata del placer sublime… está para animarse a la doble y apostar a la colaboración sostenida en el tiempo…

Cuestión de encontrar al co-autor indicado.

D.

MAR dijo...

Así es guapo amigo, muchas veces es tarde, tarde para premios, tarde para palabras hermosas y regalos de tipo financiero para ayudar. Lamentablemente existe la mala costumbre de valorar en muerte en vez de amar y reconocer en vida a la gente.
Un abrazo grande para ti, una linda semana y una bella vida.
tq
mar

Daniel Os dijo...

Tal vez, Mar, se trate de asumir que las palabras, los gestos o los reconocimientos ajenos puedan no llegar… o llegar para recordar la muerte de uno, y debamos tomar las riendas de la vida personal viviendo para celebrarla.

Celebro tu vida,
D.

Anónimo dijo...

que te den el premio a lo fuerte que estas
FLO

Daniel Os dijo...

Gracias, Flo, pero no tengas miedo de dejar mejor información personal. Este espacio, y la gente que lo frecuenta, es inofensivo.
D.

Maga h dijo...

Impecable ensayo maestro Os! Y me quedo pensando en esos tantísimos talentosos que ni siquiera tendrán un día un reconocimiento público a su larga trayectoria.
Mi abrazo de siempre y mi aplauso a su talento.

Mercedes Pajarón dijo...

Señor Os, presumo de ser una chica dura, pero por razones personales, su elegante y acertado escrito me ha llegado directo al corazón. Cuando leí el primer párrafo, ya me temí lo peor, y no me equivoqué. Ahora no me lo puedo sacar.

Me voy al médico.

Daniel Os dijo...

También he pensado mucho en ellos, Magah… de hecho algunos de mis artistas más admirados no están en los libros de historia del arte. Aprovecho a mencionar a mi Maestro Tomy, del que ni yo conozco su apellido o a Ponciano Cárdenas, del que pocos saben mucho y muchos injustamente no saben nada.

Pero ambos muy respetados en sus entornos. Tal vez no aspiren a más premio que eso… aunque yo los galardonaría por miles de detalles, mucho más que sus trayectorias.

Un abrazo fuerte y muchas gracias, sonrojado, por el desmedido aplauso.
D.

Daniel Os dijo...

Vamos, Merceditas… sáqueselo… no se vaya a quedar con lo peor adentro, acuérdese que lo más importante es lo que se queda afuera.

Vamos, talentosa escritora, cierre los ojos y escuche los aplausos que se merece… los premios son puro cuento y los cuentos, cuentos son…

Un beso fuerte, chica dura.
D.

Sebastián Leonangeli dijo...

Mierda que hay que esperar para sentirse satisfecho... llegará el día?
Para vos, seguro. El resto está por verse.
Abrazo!
Seba

Marcelo dijo...

Un pintor me dijo una vez que el arte es para compartir, no para competir. Aunque sean los premios un medio para reparar injusticias, el arte se comparte. Excelente ensayo.
Un abrazo

VAE VICTIS...!!! dijo...

GENIO !!! tengo el privilegio de reconcerte a tiempo mi admirado amigo, cuando salga tu libro quiero el primer ejemplar firmado.
Abrazos
vae

Daniel Os dijo...

Distienda, Seba, que sentirse satisfecho es un equilibrio emocional, intelectual, espiritual y físico que los premios no pueden dar... igual creo que estoy cerca de eso.

Y me parece que ese día les llega a todos. ¡A trabajar!

Un abrazo,
D.

Daniel Os dijo...

Muchas gracias, Marcelo, y te comento que me imagino en el futuro repitiendo esa frase, ¿será mucho pedir conocer el nombre de ese artista? ...ya que lo citaremos, le daremos su crédito, no sea cosa que en un par de décadas le incluya esa reflexión en un paquete de reconocimientos colectivos.

Un abrazo,
D.

Daniel Os dijo...

Te firmo el libro ni bien salga, queridísimo Vae, pero unos vinos va a haber que tomarse...

Un abrazo,
D.

☀Pau☀ dijo...

Y por qué el premio tiene que ser siempre de alguien? tanto nos importa la opinión de los demás o podemos hacer las cosas hasta sentirnos orgullosos? y si de dar premios se trata…… cuantos premios damos nosotros a los demás?
Qué buen ensayo Dany, cada vez es más lindo visitar tu blog.
Besitos!!!

Acido dijo...

Siempre me cuesta mucho comentarte, Dani. No me preguntes porque.
Me gusta las palabras que elegis para decir, incluso por sobre aquello que decís.
Hoy particulamente me gustaron ambas cosas. Es un modo reflexivo de tomar el arte y su ejercicio.
El reconocimiento no lo dan las personas, lo dan las obras de cada artista. Si uno espera otra cosa, suele verse reflejado en lo que hace... y por lo general, perder esencia. Salud x tus entradas señor!

Daniel Os dijo...

Maduro equilibrio el que proponés, Pau, desde el cual sólo nos guiamos por la luz propia sin dejarnos encandilar por la ajena y a su vez admirando su brillo.

No es habitual, aunque debo admitir que tampoco infactible. De hecho, tu corta etapa de blog, ha sido marcada por recibir y otorgar merecidos reconocimientos.

Ojalá algún día vuelvas a escribir, mucha gente opinaba que era bonito leerte.
D.

Daniel Os dijo...

Qué bueno, Rochi, que sientas que esta vez encontré a qué ponerle las palabras adecuadas… para alguien ocupado en sus letras, tu comentario es un valioso premio.

Con respecto a tu opinión, no podíamos estar más de acuerdo. Cuando un artista se concentra más en los comentarios que recogerá que en su propia obra, habrá encarado su carrera completamente al revés. Diría que ese tipo de artistas están condenados a la gloria hueca o al mismísimo fracaso pero luego recuerdo que ese era el método del vanidoso Dalí, aún glorificado por grandes mayorías… que no integro.

Muchas gracias, de corazón.
A tu salud,
D.

Abril Lech dijo...

El arte no premiado no es igual a la pintura sin cliente (o mejor pongamos a quien la sepa apreciar o valorar aún cuando no la pueda comprar...), el texto sin lector ni las cuerdas sin aplauso... El arte es fuente de expresión y su verdadero premio reside, creo yo, en la repercusión y la identificación de quienes lo aprecian.

Pero los que premian! Eso es otra cosa! En un mundo mercantilista signado por el "do ut des" (te doy para que me des) los premios son bastante subjetivos, sujetos muchas veces a intereses bastante lejanos con el arte.

En otros casos los postulantes son tantos y todos tan buenos que alguno debe quedar sin premiar, lo que no le quita valor.

Con esto te quiero decir que el reconocimiento oficial (de quién?) no da ni quitqa valor al objeto u hecho artístico. Si así no fuera los integrantes del off o del under ya se hubieran suicidado todos!

Cuántos artistas maravillosos de todos los géneros no han sido premiados mas que por el público y el valor que el populus ha dado a su obra???

Por eso: Valor al hecho artístico que se identifica con la cultura, la historia y el sentir de una época, un pueblo, una situación determinada mas allá de todo premio que venga a palmearle la espalda.

Besos como premios alados...

María dijo...

Qué decir que no repita lo de la estimadísima Claudia o Flo... ¡Déjese premiar de una buena vez, caramba!

Daniel Os dijo...

No es poco premio para el artista que se dedica de exclusivo al arte, Abril, dedicarse de exclusivo al arte.

Estamos de acuerdo en identificar a los premiadores y pegarles varias lecturas a sus homenajes pero, ¿quién se resiste al encanto de las estatuillas brillantes entregadas entre flashes y espumantes?

Bienvenido también el glamour… que el órgano pensante también clama por distensión.
D.

Daniel Os dijo...

Dejarme me dejo, María, lo que ocurre seguido es que me lo merezca…
D.

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